Con tristeza hemos presenciado las masacres en México y en Colombia a causa de la guerrilla y el narcotráfico. En los últimos días una avioneta colapsó en territorio ecuatoriano, las investigaciones arrojaron que transportaba más de un millón de dólares, que serían supuestamente del narcotráfico. Esto es alarmante, las calles se siguen inundando de drogas para nuestros jóvenes y cada vez es más peligroso vivir en países donde la delincuencia tiene más poder que las propias autoridades. El señor presidente en lugar de sacar pecho de lo “bien que se hacen las cosas aquí” debería extender las manos para hacer un trabajo conjunto con los países hermanos. La situación se volverá insostenible ya que nuestro territorio está siendo vulnerado por las mafias del narcotráfico internacional.