9 may (EFE).- El colombiano Radamel Falcao, delantero del Atlético de Madrid, engrandeció su condición de goleador mundial con una actuación impecable en la final de la Liga Europa, en la que fue decisivo con dos golazos que dieron el título a su equipo y que ya tienen un lugar en la centenaria historia del club.
La final de Hamburgo, hace dos años, tuvo su héroe: el uruguayo Diego Forlán, que marcó los dos tantos de la victoria sobre el Fulham, uno de ellos en la prórroga (2-1). La de hoy en Bucarest también tuvo un protagonista: Falcao, incansable en el esfuerzo, con ambición en cada carrera y con una pegada ofensiva impresionante.
«Los pequeños detalles, la concentración y la efectividad serán determinantes», anunció en la previa el atacante, siempre prudente y tranquilo antes del duelo más importante del curso para el Atlético, sin dudas sobre él y su rendimiento antes de una cita en la que demostró todo su repertorio con un destino marcado: el gol.
En el minuto 7, cuando el partido se desarrollaba con más respeto que fútbol, caracoleó en el área ante Fernando Amorebieta, le amagó y se inventó un disparo colocado a la escuadra de Gorka Iraizoz. La estirada del guardameta no valió para nada por la precisión del tiro del atacante colombiano, después de una jugada del turco Arda Turan.
Y, en el 34, en su siguiente oportunidad del encuentro, hizo el segundo. No necesitó más el ‘9’ del Atlético. Controló el balón apurado, al borde del área pequeña, de espaldas a la portería rival, se fue para un lado, giró de tacón para el otro, dejó fuera de combate a su marcador, Jon Aurtenetxe, y logró el 2-0.
Era su segunda final. Y no falló. Lo sabía su técnico, el argentino Diego Pablo Simeone. «Es un jugador muy competitivo, que siempre quiere más, y con ambición. Seguramente su adn le dice que nunca ha jugado una final y lo hará como si fuera la primera o la última», explicaba el entrenador la pasada semana.
«Radamel, Radamel, Radamel Falcao…». Estalló la zona de aficionados del Atlético, en el fondo norte del estadio Nacional de Bucarest, eufóricos con los dos tantos del delantero, que aún tuvo tiempo que hacer más jugadas y de estrellar un tiro al poste en el segundo tiempo después de una acción individual.
Es un futbolista determinante. Ya lo demostró con el Oporto, con el que ganó este torneo en 2011, con diecisiete tantos en catorce choques y con el gol en la final contra el Sporting de Braga (1-0), y lo ha confirmado este curso con un año notable en las filas del Atlético.
No sólo ha superado los mejores registros goleadores del argentino Sergio ‘Kun’ Agüero en una temporada con el club madrileño, con 27 tantos (2007-08 y 2010-11), sino también igualó hoy al uruguayo Diego Forlán, que, en la campaña en la que consiguió la Bota de Oro con el Atlético, en 2008-09, logró 35 en 45 partidos.
Falcao suma los mismos en 48 partidos oficiales de esta campaña, a falta del duelo de Liga del próximo domingo frente al Villarreal, en un curso en el que ha sido campeón de la Liga Europa, con los dos goles de la final, y máximo anotador del torneo, con doce dianas, con una demostración de su enorme capacidad goleadora. EFE