A partir de las 00h00 de ayer se empezaron a cerrar las universidades de categoría E que no pasaron las evaluaciones.
Las entidades amanecieron ayer con presencia policial y con un cartel colocado en las puertas en el que decía: “Suspendida por falta de calidad académica”.
Alrededor de 10 mil estudiantes que estaban en último año terminarán sus carreras en las propias entidades, las cuales serán regidas por nuevos administradores.
El resto serán acogidos en otros centros de estudios superiores, donde se incorporarán a carreras vigentes o se crearán carreras que se ajusten a los cursos que ya habían comenzado.
El Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior (Ceaaces), analizó durante 18 meses a las 26 universidades de categoría E, mediante un estudio de sus cuentas y su estructura financiera, y con la administración de un examen a los alumnos.
Además se declaró a ocho universidades como ‘parcialmente aceptables’ y se les impuso restricciones. Este grupo no podrá ofrecer carreras a distancia, tampoco tendrá programas en sucursales fuera de su matriz o en convenio con otras instituciones.
Los estudiantes de las universidades clausuradas que pasen a otras instituciones privadas seguirán pagando lo mismo que abonaron en diciembre del año pasado, anunció René Ramírez, Secretario Nacional de Educación Superior, Ciencia y Tecnología (Senescyt), quien explicó que el Gobierno invertirá 60 millones de dólares en el ‘plan de contingencia’.
Este plan de contingencia de la Senescyt, inicia hoy y los estudiantes pueden inscribirse con los números de cédula 0 y 9. El hermetismo reina entre los estudiantes que tendrán que rendir nuevas pruebas académicas para ubicarlos en otras instituciones.