El mal se apoderó este Sábado de Gloria de Alangasí, cuando más de una veintena de diablos asustaron a los fieles.
Un colorido desfile convocó a más de 20 diablos que se dieron cita en Alangasí, el ‘Sábado de Gloria’, quienes sorprendieron y asustaron a los fieles que esperaban la resurrección de Jesucristo dentro de la Iglesia.
El desfile de los diablos por las calles de la parroquia de Alangasí, concluyó con un juego de fuegos artificiales que cierran esta jornada, y dejó a la población a la espera del Domingo de Resurrección, día en el que el capataz de los diablos fue ahorcado y un ángel blanco le quitó el velo de luto a la representación de la Virgen María.
Silvana Mejía, una de las organizadoras del rito, expresó, que “estaes la representación de la maldad, del lado contrario de Dios. Es decir del demomnio que está emocionado con la muerte de Jesucristo”.
La llegada de los diablos a la Iglesia fue anunciada por el sonido de unos cuernos y por sus risas burlonas, quienes con cigarrillo en mano, coqueteaban con las mujeres que se encontraban a su paso en la Iglesia.
Esta tradición lleva años formando parte de Alangasí, y llega a su punto culminante, el Domingo de Resurreción, cuando a la Virgen María, el pequeño ángel, después de varios intentos le quita el velo del luto, le comunican que su hijo Jesús resucitó y se quema finalmente al capataz de los diablos.
Tradición de generaciones.
Esta alegoría representa la huida del mal, cuando Cristo resucita, y se realiza desde hace más de cien años, y caracteriza a Alangasí como un pueblo que cultiva las tradiciones.
En particular, esta escenificación mezcla a la fe católica con la cosmovisión andina y según Fabián Sosa, este tipo de celebraciones se transmiten por generaciones.