4 abr (EFE).- La utilidad de la medición de la tasa de antígeno prostático específico (PSA, por sus siglas en inglés), una prueba hasta ahora habitual para diagnosticar el cáncer de próstata, ha sido puesta en entredicho por un estudio que difunde hoy la Alta Autoridad de salud francesa (HAS).
De acuerdo con este organismo, «no es demostrable» el interés de esta prueba, que iba frecuentemente acompañada de un tacto rectal para detectar el tipo de cáncer que cada año mata a 8.700 franceses, y del que en 2011 hubo 71.200 nuevos casos.
La fiabilidad de este test, que hasta la primera década de este siglo era considerado como un buen indicador para medir la evolución de la enfermedad, sufrió su primer revés en 2010, cuando la HAS anunció que, aplicado a la población masculina en general, carecía de interés.
Ahora, la Autoridad la ha descartado incluso para los individuos «de riesgo», ya que, si bien los factores de peligro son conocidos (edad, antecedentes familiares, origen africano y exposición a ciertos agentes químicos), en la actualidad la medicina no sabe ni el peso que tiene cada uno ni cómo interactúan entre ellos.
Por otra parte, la HAS constató que hasta el momento no se ha demostrado que las personas con mayor riesgo de contraer la enfermedad, de evolución lenta, la desarrollen finalmente de forma más grave o con mayor rapidez, por lo que la detección temprana tampoco sería útil.
Finalmente, según los responsables del estudio, los pacientes que se someten a esta prueba son susceptibles de dar «falsos positivos», lo cual supone «riesgos secundarios», tanto de tipo físico, derivados de la consecuente biopsia para determinar si hay cáncer, como de tipo psicológico y sexual.
La HAS concluyó que los hombres que se sometan el test deberían hacerlo «con conocimiento de causa», sabiendo que «esta prueba en ocasiones termina en operaciones o irradiaciones inútiles con duras consecuencias para la sexualidad y la continencia de hombres que aún son jóvenes y activos». EFE