1 abr (EFE).- La líder indígena guatemalteca Rigoberta Menchú, premio Nobel de la Paz en 1992 y premio Príncipe de Asturias en 1998, pidió hoy en Bogotá que tanto las FARC como el Gobierno de Colombia «cumplan con lo ya pactado» para que mañana comiencen los operativos de liberación de diez rehenes uniformados.
Menchú hizo este reclamo ante los periodistas congregados en el hotel bogotano en el que se alojaba desde su llegada anoche al país andino, minutos antes de partir con un grupo internacional de mujeres hacia la ciudad colombiana de Villavicencio, donde se desarrollarán los operativos.
«Que cumplan con lo ya pactado para mañana. Que no haya nada en el mundo que impida una acción de este nivel. Sabemos que ha habido muchos obstáculos, que ha sido difícil pero todo es posible y todo se va a lograr», confió.
Menchú recorrerá los 120 kilómetros que distan a Bogotá de Villavicencio en compañía de la nieta del revolucionario mexicano Emiliano Zapata, Margarita Zapata; la presidenta del Consejo Mundial por la Paz, la brasileña Socorro Gomes y la esposa del expresidente hondureño Manuel Zelaya, Xiomara Castro, entre otras.
«Nuestra delegación es una delegación de distinguidas personalidades, personas que han luchado durante muchísimos años, que hemos vivido en carne propia los conflictos internos y venimos aquí a acompañar» el proceso.
Fue este grupo de mujeres lideradas por Córdoba las que entablaron desde agosto pasado un diálogo epistolar con el Secretariado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para propiciar la entrega unilateral del último grupo de militares y policías en poder de esa guerrilla.
Córdoba intentó como parte involucrada en la logística con su colectivo Colombianos y Colombianas por la Paz (CCP) que estas mujeres viajaran en los helicópteros con los delegados del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la tripulación brasileña, aunque el Gobierno colombiano lo impidió con el argumento de evitar hacer un espectáculo de esta gestión humanitaria.
«Realmente nuestra presencia hoy es absolutamente humanitaria, es acompañar a los detenidos que mañana van a lograr su liberación, pero también esa acompañar todo el proceso de dignificación a todos los detenidos, y (para) cualquier acción que deba ir en esa dirección,estamos presentes», sostuvo Menchú.
Menchú aspiró a que el regreso a la libertad de los secuestrados contribuya «a que ya no haya conflictos en Colombia y que haya paz».
El compromiso de este grupo de mujeres con la guerrilla más antigua de América Latina también entrañaba la visita a guerrilleros presos en centros colombianos, lo que el Gobierno no autorizó.
Sin embargo, la Nobel guatemalteca manifestó que es su «esperanza» y su «deber» iniciar esa tarea porque exigen «el respeto a todas las personas y que no haya abusos, como lo estipulan los convenios internacionales».
A lo largo de la jornada, se espera que la misión humanitaria formada por delegados de la Cruz Roja Internacional y del colectivo Colombianas y Colombianos por la Paz, que lidera la exsenadora Piedad Córdoba, regresen a Villavicencio con la tripulación y los helicópteros cedidos por Brasil.
Una vez en Villavicencio, todo estará preparado para el inicio mañana de la primera fase del operativo y, si el clima no lo impide, tras el desarrollo de la segunda parte el miércoles 4 de abril, los diez uniformados habrán regresado con sus familias. EFE