Haití requiere con urgencia ayuda internacional para poder atender durante el período abril-junio los campamentos de refugiados.
La misión en Haití de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA, por su sigla en inglés), alertó sobre la necesidad de proteger los campos de desplazados ante la eventualidad de inundaciones, así como de reforzar la seguridad para enfrentar la violencia y los asaltos sexuales.
En un documento, el director de la misión en Haití de OCHA, Nigel Fisher, especificó que las miles de personas que aún permanecen en los campos de refugiados son particularmente vulnerables a los brotes de cólera, epidemia que ha causado la muerte a más de 7 mil haitianos, así como los embates de la naturaleza, principalmente entre mayo y noviembre.
Aunque la población en los campamentos de desplazados ha disminuido considerablemente desde 2010, casi medio millón de personas aún viven en tiendas de campaña, recordó el diplomático.
Fisher explicó que Haití solo recibió el 55 por ciento de la ayuda humanitaria ofrecida y que fue aprobada por la comunidad internacional.
Salud y seguridad es el reto. El nuevo comandante militar de la Misión de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití, el brasileño Fernando Rodrígues Goulart, estimó que la seguridad y la salud son los desafíos más importantes que tiene por delante al asumir el mando de esta fuerza. “Creo en un mejor futuro para Haití”, afirmó Rodríguez.