Vie. Nov 22nd, 2024

El pasillo es el único género musical que caracteriza al Ecuador. El mejor exponente en este campo, es sin lugar a dudas, Julio Jaramillo, quien trascendió fronteras con nuestra música.
Por esto, en el gobierno de Sixto Durán-Ballén, desde 1993, por decreto ejecutivo, se declaró  al 1 de octubre, como día del pasillo ecuatoriano, fecha que coincide con el nacimiento de “JJ”. 

EL PASILLO 

El pasillo es hispanoamericano, originario de los territorios de la antigua Gran Colombia. A través de su difusión en los territorios de la Gran España, adquirió en cada región una característica más autóctona: pasillo ecuatoriano, colombiano, panameño, entre otros.
La denominación de “pasillo” como dimi­nutivo de “paso”, se dio justamente para indicar que la rutina pla­nimétrica consta de pasos menudos.
En nuestro “terruño” el género tomó fuerza, por su añoranza y nostalgia.
De todos los países que lo difunden, es el más conocido internacionalmente. En el Ecuador sólo permanece el de movimiento lento y tonalidad menor.

JULIO JARAMILLO

Nuestra patria, posee grandes figuras que han interpretado los pasillos con toda el alma. Sin embargo, el más reconocido es el famoso y legendario, “Ruiseñor de América”.
Julio Jaramillo, quien nació el 1 de octubre de 1935 en un pequeño departamento de la ciudad de Guayaquil, tuvo el don de cantarle al amor, como ningún otro lo hizo en Ecuador, y quizá en Latinoamérica. Fue muy aclamado en Venezuela y Colombia.
En sus inicios bohemios, solía frecuentar “La Lagartera”, una esquina donde hoy todavía van músicos para ofrecer serenatas.
 Poco a poco, la gente del medio artístico se fue acostumbrando a su presencia. Su primera intervención la hizo en Radio Cóndor. Allí conoció a Rosalino Quintero, quien se convertiría más tarde en su compañero de fórmula, su arreglista y quien tocaba la guitarra y el requinto.
Julio también cantó en los cines de Guayaquil, pues era costumbre que un artista se presentara antes de una película. Fue tal el éxito, que inicialmente interpretaba temas los sábados y domingos, luego tuvieron que extenderle el contrato para que cantara toda la semana, dos veces por día.
“J.J”, grabó infinidad de pasillos, entre ellos “El divorcio” “Nuestro juramento”, “Cinco centavitos”, “Un disco más”, “Senderito de amor”, “Guayaquil de mis amores”, la famosa “Fatalidad”, con la que desde que salió al mercado, arrasó.
La versatilidad en la voz de Jaramillo, le llevaron a interpretar exitosamente temas en ritmos tan variados como bolero, tropical, tango, vals, pasillo, joropo e incluso, rock and roll.
La victoria de Julio fue tan arrolladora, que al finalizar 1956, ya había producido una docena de discos para el sello Ónix.
Jaramillo, hasta el día de hoy es y será el mejor exponente del género. Como todo ser humano, no fue perfecto. Amaba a las mujeres y  v     la bebida.
Su vida bohemia le pasó factura y terminó sus días.
“J.J”, dejó un enorme legado. Tiene varios “retoños”, algunos de ellos, siguieron sus pasos.
Cuenta con un infinito repertorio de canciones, las  cuales a través de innumerables décadas, no han parado, ni pararan de sonar.
Julio Alfredo Jaramillo Laurido, vivirá para siempre en la historia de la música ecuatoriana.

MAESTRO DE ESTRELLAS

El “Ruiseñor de América”, es el padre de muchos artistas y compositores,  que decidieron apostarle al género.
Infinidad de talentos, son los que le brindan tributo a Jaramillo e interpretan sus temas.
Una de ellas es la ecuatoriana Paulina Tamayo, quien se llena de sentimiento, cada vez que canta las melodías de Julio Jaramillo.
“No puedo contener las lágrimas. Los temas de Julio son hechos con mucho amor, son de enorme valor. Los interpreto con respeto y admiración”, indicó la también conocida, como “Grande del Ecuador”.
El artista del “Pañuelo Blanco”, Héctor Jaramillo, es otro de los cantantes, que homenajean al “Ruiseñor”.
Héctor, quien tiene 61 años de carrera musical, cuenta que a pesar que su especialidad son los pasacalles, nunca se ha negado a prestar su voz, para cantar los pasillos de Julio.
“Son los más pedidos. Jaramillo es un maestro para cualquier artista. El mejor homenaje que le podemos ofrecer, es cantándole”, expresó “Hectitor”, como lo conocen.
El pasillo es, sin lugar a dudas, el género musical más emblemático de nuestro querido país.
Los ecuatorianos solo con nuestro interior, acompañados en noches de bohemia, lejos de la patria o aferrados a ella, encontramos al mejor elemento para refugiarnos. Hoy es un día , en el que de seguro muchos tomarán la guitarra.

Por elpopular