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27 mar (EFE).- La mayor preocupación de los latinoamericanos es la seguridad ante la criminalidad y el narcotráfico, más que el desempleo o la crisis económica, afirmó hoy en Bolivia el subsecretario general de la ONU y director del PNUD para América Latina y el Caribe, el chileno Heraldo Muñoz.

El funcionario internacional, que se reunió hoy en La Paz con el presidente Evo Morales, destacó en entrevista con Efe la importancia de que los gobiernos pongan el acento en los efectos que tienen el crimen y la violencia en el desarrollo de sus sociedades.

«Los ciudadanos de América Latina colocan a la seguridad como la prioridad principal en estos años en que hay todavía crisis económica. La primera prioridad ya no es el empleo, no es la crisis económica, sino que es la seguridad ciudadana», dijo el director del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD).

Agregó que el organismo da prioridad en estudios regionales para mostrar con datos y evidencias cómo la criminalidad frena el desarrollo de las naciones, entre otras razones porque la lucha contra la inseguridad y el narcotráfico acapara recursos que pueden destinarse a salud o educación.

Investigaciones en el Caribe mostraron que «el crimen representa entre un 2,8 % y un 4 % del PIB», en costo de oportunidades de desarrollo perdidas, por ejemplo al frenar el turismo.

Muñoz comentó a Efe que los latinoamericanos tienen mucha preocupación por la criminalidad incluso en países donde el problema no es grave, debido a que la gente tiene una percepción global negativa sobre la seguridad en la región.

Sobre el narcotráfico, dijo que es uno de los mayores problemas para la seguridad en Latinoamérica, aunque a la vez genera recursos económicos que forman un «colchón» de recursos.

«Uno tiene que pensar cuáles son los costos para el país, cuáles son la perdidas en términos de muertes, de hospitales, de crecimiento económico», apuntó.

Añadió que el «crimen no va ser un negocio excepto para los criminales, pero para el país, para los ciudadanos, es un enorme costo, un obstáculo al desarrollo».

«Al final, lo que puede ser un colchón invisible de la criminalidad se pierde por otras vías; hay oportunidades perdidas y costos enormes al erario nacional, a los presupuestos que tienen que ir al combate contra el crimen», agregó.

En el caso de Bolivia, el gobierno de Morales calculó en 2010 que el narcotráfico genera al año entre 300 y 700 millones de dólares, cifra que ve baja ante un PIB que supera los 24.000 millones, pero la oposición y analistas creen que el problema ha sido infravalorado por las autoridades.

El director del PNUD abogó por una mayor cooperación regional en inteligencia policial, con esquemas «norte-sur», porque la que hay ahora es insuficiente.

«Si Estados Unidos no coopera en esto, que es el principal consumidor, va a haber una pata coja de la mesa», añadió el director del PNUD.

Sobre la legalización o no del consumo de las drogas, Muñoz dijo que el debate ya está instalado, con opiniones incluso de jefes de Estado como el mexicano Felipe Calderón, y seguirá sobre la mesa.

«Quizás no habrá consenso para despenalizar, porque es un tema claramente controvertido, claramente polémico, pero está puesto sobre la mesa. Mi percepción es que ya es muy difícil decir que no está en la agenda política porque está», agregó.

Muñoz analizó con Morales la pobreza en Bolivia y le felicitó por reducirla en los últimos años (según la CEPAL, cayó del 60 % al 49 %). EFE