22 mar (EFE).-La expulsión de José Mourinho en el partido que el líder Real Madrid igualó a uno en Villarreal añadió un capítulo más a la difícil relación del técnico portugués con los árbitros, llena de conflictos que le han supuesto un rosario de sanciones.
El Madrid pagó un alto precio en Villarreal. El empate recorta su ventaja sobre el Barcelona a seis puntos y se marchó con cuatro expulsiones: Mourinho, su ayudante Rui Faria y los jugadores Sergio Ramos y el alemán Mesut Ozil.
José Mourinho dejó el banquillo por dos amonestaciones tras hacer observaciones a la labor arbitral.
Mourinho ya se había quejado en la jornada anterior de la labor del colegiado en el empate de su equipo en el Bernabéu ante el Málaga (1-1), al asegurar que no pitó «dos penaltis enormes» y que también estuvo mal en la señalización del fuera de juego.
El técnico también había criticado al cuarto árbitro del encuentro que el Madrid ganó en casa del Rayo Vallecano (0-1), el pasado 26 de febrero, del que aseguró que era «el más arrogante» que se había encontrado en su carrera.
Un mes antes, «Mou» llegó a esperar en el aparcamiento del Camp Nou al colegiado Fernando Teixeira Vitienes para mostrarle sus quejas por el arbitraje de la vuelta de cuartos de final de la Copa del Rey, en las que los azulgranas eliminaron a los blancos.
Los problemas de Mourinho con los colegiados españoles, que siguieron a otros roces en su paso por Inglaterra e Italia, llevaron en junio al Comité Técnico de Árbitros a denunciar al técnico luso, denuncia que fue archivada por el Comité de Competición.
«Es muy fácil sacarnos tarjetas. Con nosotros la amarilla es roja, lo que no es nada es amarilla y tenemos suerte de que no haya naranjas porque tendríamos también más que nadie», había dicho Mourinho.
La tensión entre Barcelona y Real Madrid en la lucha por el título ha dado pie a quejas sobre los árbitros, a las que tampoco son ajenos los azulgranas, cuyo presidente, Sandro Rosell, dijo el pasado 31 de enero que en lo que iba de año «la cosa» no pintaba «demasiado bien» en referencia a los arbitrajes que está recibiendo el equipo azulgrana.
«Hay días que los árbitros se equivocan a tu favor y otros en contra. En lo que llevamos de año no pinta bien para el Barça, pero estas cosas normalmente se equilibran», aseguró Rosell.
Pero nadie llegó más lejos que Mourinho cuando su reiterada denuncia de que los árbitros favorecen al Barcelona le llevó a cuestionar, por tal motivo, la validez de la Liga de Campeones que Pep Guardiola conquistó en 2009.
Mourinho fue sancionado por la UEFA con cinco partidos, aunque después el castigo se redujo a tres. EFE