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22 mar (EFE).- Las regiones centrales de EE.UU. tienen un papel más importante para la supervivencia de las mariposas monarcas de lo que hasta ahora se pensaba, según revela un estudio canadiense publicado en el número de esta semana de la revista científica PLoS ONE.

El estudio señala que sólo un 10 % aproximadamente de las mariposas monarca que cada primavera llegan a las regiones de los Grandes Lagos, entre EE.UU. y Canadá, realizan el viaje completo desde los bosques de México en los que la especie hiberna, un trayecto de 3.000 kilómetros.

Mientras que el 90 % restante «son individuos de primera generación nacidos en la costa del Golfo de México (en EE.UU.) y las regiones centrales de Estados Unidos», apuntan los investigadores de la Universidad de Guelph y el Servicio de Meteorología de Canadá.

Los investigadores también determinaron que más de la mitad de las mariposas monarcas recogidas en las región de los Grandes Lagos procedían de las regiones centrales de Estados Unidos «lo que sugiere que esta región es importante para sostener la producción en las zonas septentrionales de reproducción».

Por eso, señalaron que aunque hasta ahora los esfuerzos de conservación se han enfocado en proteger el hábitat en la costa del Golfo, también habrá que proteger estas zonas de vital importancia para su supervivencia.

«Nuestro trabajo sugiere que será también importante proteger el hábitat en la región central (de EE.UU.) ya que este área produce el 62 % de todas las monarcas de nidadas sucesivas que viajan a los Grandes Lagos en la primavera».

Un estudio anterior de 1993 había establecido dos hipótesis sobre cómo las mariposas monarca vuelven a colonizar cada primavera Norteamérica tras pasar el invierno en México.

La primera hipótesis apuntaba a nidadas sucesivas y proponía que las monarca migran de México al Golfo de México, ponen sus huevos y mueren, dejando la colonización del norte del continente a las siguientes generaciones.

La segunda hipótesis señalaba que, tras llegar a la costa del Golfo de México, las monarcas continúan su migración hacia al norte y pueden llegar a Canadá mientras depositan huevos en el transcurso de su viaje.

Este nuevo estudio confirmó que se dan ambas hipótesis aunque en la mayoría de los casos, el 90 por ciento, las mariposas que llegan a Canadá son de la primera generación, es decir, nacidas en territorio estadounidense, mientras que sólo el 10 por ciento restante logran hacer el viaje completo desde México.

Para realizar su estudio, recogieron ejemplares de la monarcas en la provincia canadiense de Ontario y los estados de Michigan, Wisconsin y Minesota en 2009.

Los investigadores analizaron las alas de las mariposas para determinar su desgaste, y así asignar su edad, y medir la cantidad de isótopos de hidrógeno estables, una prueba que les ayuda a estimar el origen de los insectos en la zona oriental de Norteamérica.

Los científicos utilizan estas pruebas como si analizaran la huella digital de la mariposa, ya que sus alas registran las condiciones meteorológicas del lugar en el que han nacido y los isótopos varían según las condiciones ambientales de donde proceden. EFE