Vie. Nov 22nd, 2024

21 mar (EFE).- Los enfrentamientos entre Carabineros y vecinos que la pasada noche se produjeron en la región de Aysén, en el sur de Chile, terminaron con doce heridos, veinte detenidos y destrozos en edificios estatales y comerciales, según informó hoy la Fiscalía.

Estos choques se producen mientras el diálogo entre el Gobierno y los dirigentes del movimiento social por Aysén está roto después de cinco semanas de protestas, iniciadas en demanda de medidas que mitiguen el aislamiento de esa región enclavada en la Patagonia.

Los peores disturbios se concentraron en el centro de Coyhaique, capital regional, 1.700 kilómetros al sur de Santiago, donde «una turba de personas destrozó y saqueó» varios edificios, entre ellos los de la Municipalidad y un juzgado, además de tiendas, bancos y farmacias, señaló la Fiscalía.

«Estos hechos son los de mayor significación ocurridos en Coyhaique desde el inicio de las movilizaciones (el pasado 13 de febrero), que se han concentrado en Puerto Aysén», a 60 kilómetros de allí, afirma el Ministerio Público en un comunicado.

También en Puerto Cisnes, una pequeña localidad a 200 kilómetros de Coyhaique, se registraron ayer fuertes disturbios entre agentes de Carabineros y vecinos, que intentaron impedir el avance de dos carros lanza agua y un microbús enviados para reforzar el contingente policial en la zona.

El ministro de Energía, Rodrigo Álvarez, que encabezó las frustradas conversaciones, opinó hoy en Radio Agricultura que las «expectativas desmedidas» y la «intransigencia» del Movimiento Social por Aysén hizo que esa negociación fracasara.

Álvarez insistió en que ese diálogo sólo será posible cuando se desbloqueen los caminos y defendió que se tiene que dar en reuniones separadas por temas, mientras que los vecinos defienden el sistema asambleario y acusan al Gobierno de querer dividirlos.

El dirigente Misael Ruiz declaró hoy al Canal 13 que los bloqueos de caminos van a continuar, criticó el despliegue de Carabineros y dijo que el Gobierno «no quiere conversar, quiere represión». EFE