Vie. Nov 22nd, 2024

18 mar (EFE).- La economía latinoamericana ha reafirmado su capacidad de resistencia ante las crisis y se espera que crezca en conjunto en 2012 a una tasa del 3,6 %, indicó hoy el informe anual del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sobre la región.

El panorama es «cautelosamente optimista» fruto de políticas macroeconómicas de los últimos años que han demostrado ser «eficaces» para hacer frente a los reveses económicos, de acuerdo con el estudio coordinado por Andrew Powell, asesor principal del Departamento de Investigación del organismo multilateral.

El promedio del crecimiento en los últimos dos años ha sido de 5,4 %, y América Latina ha salido «relativamente ilesa» de la volatilidad internacional, «sin crisis financieras en ninguna de sus economías más grandes».

Las previsiones de América Latina para 2012 son de un crecimiento del 3,6 %, con las grandes economías regionales como Brasil y México con un crecimiento en torno a esa tasa.

El trabajo analiza el comportamiento de la región latinoamericana ante dos escenarios extremos negativos, como son una profundización de la crisis europea y una desaceleración de China, y observa que como resultado se produciría una «recesión moderada» en Latinoamérica.

Y señala que varios de los desafíos económicos se concentran en dos elementos de gran importancia para América Latina: los precios de las materias primas y los flujos de capital.

En primer término, el estudio considera que ante una caída de la demanda de China, los países que se verían principalmente afectados serían Chile y Perú, especialmente dependientes de los precios de los metales, mientras que economías basadas más en la exportación agrícola como Brasil o Argentina verían unos efectos más limitados.

Por lo que se refiere a los flujos de capital el estudio subraya que «aproximadamente el 50% de los episodios de aumento de las entradas de capital en las economías emergentes acaban ya sea en una crisis bancaria o en una recesión».

Por ello, reitera la importancia de poner en práctica medidas macroeconómicas prudenciales y mantener la supervisión permanente.

«El reciente periodo de entradas de capital presenta características potencialmente peligrosas, tales como una proporción relativamente alta de flujos de cartera y flujos bancarios», agrega el estudio, presentado en la Asamblea Anual del BID, iniciada el jueves en Montevideo.

Asimismo, advierte de que el espacio de maniobra fiscal en la región ha disminuido respecto a años atrás, y este colchón fue fundamental para poner en marcha medidas contracíclicas con las que compensar la caída de demanda internacional.

No obstante, el estudio asegura que «una política verdaderamente contracíclica requiere que las medidas expansionistas sean desmontadas una vez que pasa la crisis», algo que no ha ocurrido en algunos países, lo que ha supuesto un cierto deterioro de la credibilidad fiscal.

Otra de las vulnerabilidades financieras potenciales de América Latina y el Caribe «es el importante rol de los bancos extranjeros y, especialmente, de los europeos».

Aunque el informe reconoce que «el hecho de que los bancos europeos en América Latina suelen estar financiados localmente brinda cierto grado de tranquilidad».

Como punto fuerte de la región, se erige la política monetaria, que ha otorgado una estabilidad macroeconómica a la región y actualmente se cuenta con mayores saldos de reservas internacionales.

«Numerosos países han demostrado tener una mayor flexibilidad en el tipo de cambio, quizá en parte porque la credibilidad monetaria ha aumentado y la dolarización ha disminuido», precisa.

Como conclusión, el informe destaca que «la región tiene buenos motivos para ser optimista debido al nuevo conjunto de instrumentos que ha creado y a la experiencia que ha ganado al desplegarlos con eficacia». EFE