13 mar (EFE).- Una carta escrita a bordo del Titanic por un médico de Belfast se exhibirá en la capital norirlandesa después de que su dueño, una persona anónima, donase la misiva a la ciudad.
El remitente, el doctor John Edward Simpson, de 37 años y ayudante del cirujano de abordo, utilizó una hoja de papel con el logotipo «RMS Titanic» para escribir a su madre, Elizabeth, que vivía en el sur de Belfast.
El famoso transatlántico se hundió en aguas del océano Atlántico el 14 de abril de 1912, días después de partir del puerto inglés de Southampton con escala en el condado irlandés de Cork (sureste), desde donde emprendió la travesía con destino a Nueva York.
Simpson, que estaba casado y tenía un hijo cuando aceptó el trabajo en el Titanic, describe en la misiva la comodidad de su camarote en el deslumbrante buque y cuenta incluso que alguien forzó sus baúles y le robó cinco o seis dólares.
El médico cierra la carta -fechada tres días antes del hundimiento y que no llegó a cruzar el océano porque fue enviada desde Cork- con las palabras «Con el amor más profundo, John».
Según los supervivientes de la tragedia, el doctor permaneció junto con otros oficiales en la cubierta del buque mientras éste se hundía, en un intento por mantener la calma y no ocupar los botes salvavidas, con plazas insuficientes para todos los viajeros.
La carta de Simpson permaneció en manos de su familia durante varias generaciones, hasta que la nuera del doctor, de 81 años, se la regaló a un apasionado del Titanic en Holanda, con el deseo de que fuese expuesta al público.
Los familiares de Simpson perdieron su rastro durante años pero en las últimas semanas hicieron campaña para que retornase a Belfast, tras saber que fue subastada en Nueva York a comienzos de marzo con un precio de salida de 34.000 dólares (25.800 euros).
Sin embargo, la misiva no alcanzó esta cantidad y un donante anónimo la devolvió a Belfast, en donde se exhibirá en una exposición permanente que coincidirá con el centenario del hundimiento.
John Martin, sobrino nieto de Simpson, expresó su alegría por el retorno de la misiva a la ciudad donde se construyó el Titanic.
«Nunca he visto la carta original porque la última vez que estuvo en Belfast fue en los años cuarenta, antes de que el hijo de Simpson se mudara, por lo que su retorno es increíble y muy apropiado justo ahora que se cumple el centenario de su muerte. Estamos muy agradecidos», afirmó Martin.
El cirujano falleció en el naufragio junto con más de 1.500 personas, entre las que figuraban algunos de los millonarios más acaudalados del momento, como John Jacob Astor IV, Benjamin Guggenheim o Isidor Strauss, y cientos de emigrantes irlandeses y escandinavos que buscaban empezar una nueva vida en EEUU. EFE