Alrededor de ocho mujeres protestaron el lunes en contra de la firma de acuerdos mineros a gran escala. Esto con el argumento de que atentaría contra la biodiversidad sobre todo de la zona de la Cordillera del Cóndor. Lo que empezó como una protesta pacífica terminó en un enfrentamiento y sobre todo abuso de los gendarmes que acudieron a la Embajada de China en Quito, a reprimir la protesta.
Si bien es cierto, las mujeres se apostaron en estas instalaciones y existen ciertas prohibiciones, no justifica la violencia suscitada en el desalojo.
El no estar de acuerdo en ciertos temas y tomarse el derecho de expresarlo, no quiere decir que tengan que tratarlas como delincuentes. En todo caso, hay miles de personas que atentan contra nuestra seguridad y nadie hace nada al respecto.