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6 mar (EFE).- El periodista francés Diego Buñuel, nieto del realizador español Luis Buñuel, disfruta viajando por los lugares más peligrosos del mundo para «romper con los estereotipos» y mostrar al mundo la diversidad de esos países.

«Cuando miras la televisión siempre te explican lo mismo: de Colombia hablan de la guerrilla de las FARC, la cocaína y los secuestros; de Afganistán, del burka, los talibanes y la heroína», lamentó Buñuel en una entrevista con Efe en Miami (EE.UU.) donde tiene una residencia.

En su opinión, esos «estereotipos» son «una realidad de esos países, pero sólo representan un 1 % de todo el país».

Por ello, este periodista de 37 años vive con pasión su trabajo en el programa «Don’t Tell My Mother» («No le digan a mi madre»), de la cadena de televisión de National Geographic, que el próximo mes estrenará su cuarta temporada.

Explicó que el objetivo de su programa es precisamente «romper los estereotipos que existen en los países más peligrosos del mundo y entender un poco su realidad», aunque sus programas también han generado críticas precisamente por lograr lo contrario.

Un ejemplo es Colombia, donde visitó la casa de Pablo Escobar, destruyó plantas de coca junto a un grupo de agricultores, atravesó la «carretera del hombre muerto» mientras hablaba de «la industria de los secuestros» y, en palabras de la embajadora de Colombia en España en 2007, Noemí Sanín, dio la impresión de que «medio país estaba en manos de las FARC».

De la mano de este programa, Buñuel ha visitado también otros países de América Latina como México, Brasil y Venezuela, y asegura que en la región «hay una mezcla de violencia y de desarrollo económico y cultural» lo que la hace «muy interesante».

«Hace años había muchos problemas en esos países, pero ahora las cosas han cambiado», afirmó el periodista que agregó que intenta «explorar el 99 % de esos países (considerados peligrosos) y entender un poco más su realidad».

Su conclusión siempre es la misma: «la realidad es que hay mucha más diversidad» de lo que parece.

Buñuel explica que, aunque su objetivo es ir a los lugares más delicados, tampoco quiere arriesgar su vida en los rodajes: «Con mucha precaución preparo mis viajes. Además, tengo contactos ahí, porque son lugares que conozco desde hace diez años. Si no, no podría sobrevivir».

El también presentador del programa francés «Les Nouveaux Exporateurs» de Canal Plus ha trabajado como corresponsal de guerra en Irak, Afganistán y Kuwait, algo que, según detalló, le ha ayudado a crear una red de contactos que le facilitan el trabajo.

Uno de los lugares visitados que recuerda como más peligroso es Somalia, donde tuvo que contratar a treinta guardaespaldas.

«Era un lugar muy peligroso, pero con una belleza extraña y con gente que está sufriendo de una manera terrible, pero que a la vez tiene una esperanza de cara el futuro», comentó Buñuel, unas semanas antes del estreno de la cuarta temporada de «Don’t Tell My mother».

La emisión doblada en español de esta temporada comenzará en EE.UU. el próximo 15 de abril a través de la cadena NAT GEO Mundo y se emitirá todos los jueves, según explicaron sus responsables, que por el momento descartan su emisión en América Latina u otras países.

En esta nueva temporada el presentador francés viajará a Somalia, Kazajistán e Indonesia, entre otros, y en todos, dice, «hay muchas personas que sufren, pero también es cierto que hay gente que está luchando para cambiarlos y cambiar el mundo en el que vivimos».

Tras estudiar periodismo en Chicago, colaboró con varios diarios estadounidenses como el Times Picayune de Nueva Orleans, en el San Francisco Examiner, el Miami Herald y el Chicago Tribune.

En el año 2000 hizo el servicio militar francés en Bosnia y no tardó en empezar a trabajar como corresponsal de guerra para la agencia CAPA.

Aunque ha visto sus películas y valora su trabajo, Buñuel no recuerda mucho de su famoso abuelo, responsable de cintas como «Un perro andaluz» (1929) o «Robinson Crusoe» (1954), que murió cuando él apenas tenía ocho años.

En cualquier caso, dice estar orgulloso de que fuera «alguien muy importante en la historia del cine» y apunta que a él, «desde muy pequeño», ya le impresionaba el mundo audiovisual, «por eso, en cada uno de mis documentales, intento hacer reportajes con una belleza y una idea del cuadro» añade.EFE

Por ccarrera