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5 mar (EFE).- La UNESCO presentó hoy un atlas para mostrar las diferencias por sexos de la educación en el mundo, así como la evolución en las disparidades entre alumnas y alumnos desde 1970, y el influjo de factores como la riqueza, la situación geográfica y la inversión en formación.

«Este atlas es una exhortación para pasar a la acción» a la vista de que pese a los progresos todavía «numerosas niñas y mujeres vulnerables siguen privadas de su derecho a la educación», señaló en un comunicado la directora general de la UNESCO, Irina Bokova.

Por eso Bokova insistió en que «debemos atacar las causas profundas de esa discriminación y centrar nuestra acción en quienes más la necesitan, las niñas».

El «Atlas mundial de la igualdad entre los sexos en la educación», presentado con motivo del Día de la Mujer que se celebra el jueves, contiene más de 120 mapas, gráficos y tablas con diversos indicadores como el de la esperanza de vida escolar, es decir, el número de años de instrucción que una niña o un niño que entran en la escuela pueden esperar recibir.

Una de las conclusiones con los datos recopilados es que las niñas han sido las primeras beneficiadas en todo el mundo de los esfuerzos para la universalización de la educación primaria, en particular desde 1990. En dos tercios de los países se ha llegado allí a la paridad.

Sin embargo, sigue pendiente el «desafío» de la secundaria en diversas regiones, sobre todo en el África subsahariana y en el oeste de Asia.

La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) constató que las niñas que pasan a secundaria tienden a obtener mejores notas que los chicos, lo que ha redundado en un «aumento significativo» de la presencia de mujeres en los estudios superiores, en particular en los países de ingresos altos, donde hay más alumnas que alumnos.

Sin embargo, puntualizó que «estos avances no siempre aumentan las posibilidades ulteriores de las mujeres en términos de empleos o ingresos».

También destacó que los mayores progresos en términos de reducción de las disparidades entre sexos se han logrado en el sur y el oeste de Asia, donde las niñas tienen ahora una esperanza de vida escolar de 9,5 años al entrar en primaria, frente a seis años en 1990.

No obstante, los varones en esas regiones todavía están por encima, con 10,5 años, algo que también ocurre en el África subsahariana o en los Estados Árabes, donde las niñas pueden esperar recibir respectivamente ocho y diez años de instrucción, un año menos que los niños.

En contraste, en Asia oriental y en el Pacífico donde la esperanza de vida escolar de las niñas aumentó un 38 % entre 1990 y 2009, las niñas pueden esperar pasar 12 años en la escuela, algo más que los niños.

Eso sucede igualmente en Latinoamérica y en el Cariba, donde las niñas tienen una esperanza de vida escolar de 14 años, comparados con los 13,3 de los varones. EFE

Por ccarrera