Irina Shayk, la espectacular modelo rusa novia de Cristiano Ronaldo, protagonizó recientemente una provocativa sesión de fotos para el último número de la revista FHM, y la repercusión generada entre el público masculino por la esbelta figura de la maniquí podría haber encendido la ira del futbolista portugués, quien es bien conocido por su actitud celosa.
Este ha sido el último episodio de desencuentros entre una pareja que está en el punto de mira de los medios de comunicación portugueses por su continuo deterioro. Según cuenta el diario ‘A Bola’, el deportista estaría cansado de compartir el cuerpo de su chica con los lectores de medio mundo, mientras que Irina no estaría dispuesta a renunciar a su cotizada posición en el mundo del modelaje. Esta diferencia de pareceres podría haber erosionado su relación hasta el punto de que ya no quieren acudir juntos a ningún acto social.
La modelo se presentó en solitario en la fiesta previa a la gala de los Óscar que organizaba el cantante Elton John y, pocas semanas antes, se publicaba que el delantero del Real Madrid había pasado su cumpleaños en solitario.
¿Esto es la antesala a una ruptura?
Aunque la distancia física que los separa podría deberse al cumplimiento escrupuloso de sus compromisos profesionales, no son pocos los rumores que apuntan a un deterioro de su romance, que incluso podría afectar la boda que planean para este verano.
Desde que se hizo pública su relación, Cristiano y su novia solían acudir juntos a diversos eventos sin importarles la presencia constante de las cámaras. A finales del año pasado se los pudo ver disfrutando en Madrid de un partido de baloncesto, y poco después asistieron juntos a una gala del deporte en Dubai en la que el jugador recibió un premio. A partir de entonces, su presencia pública como pareja no ha dejado de decaer.