Vie. Nov 22nd, 2024

1 mar (EFE).- Colombia, un país de 42 millones de habitantes, registró 282 secuestros en 2011, frente a los 37 que ocurrieron en Ecuador, que tiene 14 millones, informaron hoy fuentes policiales de ambos países, en el marco de un seminario que reúne en Quito a altos mandos de unidades antisecuestros de la región.

El director de la unidad de élite de Antisecuestros y Extorsión de la policía colombiana, el general Humberto Guatibonza, señaló que hasta ahora el 60 % de los secuestros que se han cometido en ese país son producidos por la delincuencia común, frente al 30 % por parte de la guerrilla y el 10 % por bandas criminales.

Guatibonza, quien participa en el primer seminario internacional «El Secuestro en América Latina», señaló que si bien hay diferentes motivos para perpetrar este crimen, en muchos de los casos se realizan por objetivos económicos.

En esto coincidió el subjefe de la Unidad de Antisecuestros y Extorsión de Ecuador (Unase), el mayor Edgar Vinueza, quien agregó que también existen casos de secuestros políticos, aunque no actualmente en su país.

«Tenemos en la época de los 70 y parte de los 80, grupos subversivos en el país que retenían a una persona para darse a conocer o exigir cambios del Gobierno», señaló.

Vinueza dijo que en 2011 en Ecuador se denunciaron 37 casos de secuestros, de los cuales se resolvieron exitosamente 32. La mayoría se dio en Quito o en zonas de frontera.

El coronel Juan Carlos Isa, comandante de la Unase, señaló que Ecuador trabaja «estrechamente» con las policías de Colombia y Perú para proteger las fronteras de este delito, pero indicó que uno de los problemas es la inexistencia de un marco jurídico común con ambos países.

«A los territorios les divide una franja imaginaria y el delincuente no obedece a esa franja divisoria. Entonces comete un delito en Ecuador y se traslada a otra frontera», lo que impide el trabajo de los policías, explicó Isa. «Aquí somos policías y al otro (lado de la frontera) somos turistas» enfatizó.

Por otro lado, aseveró que sólo el 5 % de los detenidos en el país por casos de secuestros son colombianos, mientras que el resto son ecuatorianos, pero remarcó que «lamentablemente siempre hay un estigma con los ciudadanos extranjeros».

El seminario reúne hoy y mañana en Quito a los altos mandos de unidades antisecuestros de Venezuela, México y Ecuador, y tiene como finalidad intercambiar experiencias para mejorar su eficacia, explicaron los organizadores.

Guatibonza destacó que, normalmente, el perfil del secuestrado es alguien con dinero o un familiar suyo, mientras que Vinueza añadió que además es una «persona vulnerable» que está «en una situación de desprotección, porque no tiene medidas de seguridad».

Vinueza relató que el secuestrador es «un delincuente diferente que tiene la capacidad de programar», pues estudia sus víctimas, luego crea una banda y tiene que «ser un líder» de la organización.

Guatibenza agregó que es una persona que «está dispuesta a asesinar y ha pasado por otros delitos», y que cuenta con dinero para sustentar al retenido.

Tanto la policía ecuatoriana como la colombiana siguen parámetros similares frente a un secuestro: primero contactan con la familia, luego investigan dónde puede estar el retenido, después asignan los negociadores y finalmente viene la liberación.

Para Vinueza, la parte más complicada es la de la investigación y ubicar al secuestrador, mientras que para Guatibonza es la fase de preparar y realizar la liberación, pues «la operación del rescate falla cuando muere el secuestrado». EFE

Por ccarrera