1 mar (EFE).- La presidenta argentina, Cristina Fernández, aseguró hoy que no le «temblará la mano» para tomar la decisión «que tenga que tomar» con la concesión privada del servicio ferroviario que la semana pasada protagonizó un accidente en el que murieron 51 personas.
«No me va a temblar la mano para tomar las decisiones que tenga que tomar. (…) Las decisiones que tengamos que tomar, las vamos a tomar», dijo Fernández a inaugurar el período de sesiones ordinarias del Parlamento argentino.
La mandataria defendió así la decisión anunciada el pasado martes de dictar la intervención administrativa, técnica y operativa de la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA), a cargo de la concesión del servicio de cercanías entre la capital argentina y la periferia oeste de la ciudad, tras un accidente que dejó medio centenar de muertos.
La intervención fue dictada en carácter temporal y cautelar, mientras se investigan las causas del siniestro, que se produjo cuando un tren con unos 1.500 pasajeros se estrelló contra una de las cabeceras de la estación de Once, una de las más importantes de Buenos Aires.
«Lo único que pido es que es necesario tener cuanto antes las pericias para determinar las responsabilidades», dijo hoy Fernández, quien criticó que «algunos», a quienes no identificó, «quisieron utilizar» esta tragedia con fines políticos.
«Se puede hacer política y oposición con cualquier cosa, menos con la muerte», sostuvo la presidenta, quien defendió las inversiones hechas por el Estado en materia ferroviaria.
Aseguró, además, que nunca ha habido pedidos de rescisión de contratos del servicio ferroviario notificados al Ejecutivo por parte de los organismos de control o de la Auditoría General de la Nación (AGN).
Luego de la tragedia, el titular de la AGN, Leandro Despouy, recordó un informe elaborado en 2008 y actualizado recientemente por ese organismo -controlado por la oposición- en el que ya se advertía sobre graves irregularidades en el servicio y el control estatal sobre TBA.
Despouy afirmó hoy, en declaraciones a radio Continental, que el el informe «muestra enormes niveles de incumplimiento por parte de la empresa TBA» y aseguró que «hubo desvíos de 500 millones de pesos (unos 114 millones de dólares) de subsidios».
Además, según adelantó hoy el diario La Nación, una investigación de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) revela que el paragolpes hidráulico de la estación de Once, que debería haber amortiguado el impacto del tren accidentado, no funcionaba.EFE