El próximo año, el Festival volverá a abrir sus puertas de la mano de Chilevisión, el canal que se encargó de organizar y retransmitir este certamen.
El Festival de Viña del Mar cerró el lunes una edición marcada por las exigencias de Luis Miguel y Morrissey, las notables actuaciones del boricua Marc Anthony y el domicano Juan Luis Guerra, los errores técnicos que sufrieron Salvatore Adamo y Rosana y el éxito de artistas locales, como Los Bunkers y Manuel García.
La bachata de Juan Luis Guerra puso el punto y final a la 53 edición de un certamen en el que, en muchos momentos, se habló más de las excéntricas peticiones de algunos de los artistas y de los problemas técnicos en algunos espectáculos, que de la calidad de los números musicales.
El festival más importante de Latinoamérica dio el pistoletazo de salida el pasado miércoles 22 con el pop optimista del argentino Diego Torres, que abrió el apetito de las 15.000 almas del auditorio de la ‘Quinta Vergara’ que esperaban, impacientes, la actuación de la gran estrella de la edición: el astro azteca Luis Miguel.
‘El Sol de México’ aterrizó en Viña acompañado de su aureola de divo al reclamar tanques de oxígeno, 120 toallas y exigentes medidas de seguridad, peticiones que sin embargo no enturbiaron un soberbio espectáculo tras el cual recibió, por primera vez en la historia del festival del Viña de Mar, una insólita gaviota de platino.
Por si el éxtasis de la primera noche no hubiera sido suficiente, en la segunda jornada reinó Marc Anthony, que hizo enorme gala de su simpatía y cautivó a un público entregado.
Este año tampoco faltó la actuación de la estrella anglo invitada. La organización apostó por el exlíder de la ya desaparecida banda ‘The Smiths’, Morrissey, que el viernes cambió por unas horas el decorado eminentemente latino del festival por su pop elegante de los ochenta. Se marchó sin ningún galardón.
Otra de las controversias que dominaron este festival fueron los problemas de sonido que padecieron el veterano artista ítalo-belga Salvatore Adamo y la cantautora española Rosana.
.En este festival, como suele ser habitual, hubo espacio para todos los géneros, desde la balada romántica del puertorriqueño Luis Fonsi, hasta la cumbia de los argentinos ‘Ráfaga y Garras de Amor’, la bachata del estadounidense Prince Royce, el pop moderno del trío mexicano ‘Camila’ y el estilo más clásico del español, José Luis Perales.