El censo del 2010 reveló varios cambios en la cotidianidad de las familias y muestra algunos cambios en ese núcleo vital.
La capital en los últimos años ha registrado varios cambios importantes en cuanto a la organización familiar y las responsabilidades que conlleva.
El último censo realizado por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos INEC, resalta que Quito tiene una particularidad en relación a todo el país, pues aquí se registra que el 20 por ciento de la población declara vivir en unión libre. En el resto del territorio nacional alcanza solo el 13 por ciento.
En cuanto a matrimonios conformados registra 8 puntos menos que la media nacional, con un total de 32 por ciento de los capitalinos casados.
En varios sentidos se resalta que la familia quiteña cambia debido a varios factores como la migración, divorcios, o las nuevas maneras de convivir, sobre todo entre jóvenes.
Las mujeres, por su parte, han tomado la tutela de la familia al trabajar y ser jefas de hogar. También se registró que en el caso de solteras y sin hijos desean conformar una familia a edades cada vez más adultas,
Si bien esta situación se percibe como un fenómeno global, se advierte que es un hecho diferenciado y que corresponde a un tipo de población que reúne condiciones sociales y culturales específicas y que está de alguna manera difundida en la ciudad.
En el caso de los hombres, se registró que están formando parte de manera más activa dentro de las familias, sobre todo al momento de afrontar el cuidado y crianza de los hijos dentro y fuera del hogar.
Siguen en vigencia varias dinámicas tradicionales:
Varias peculiaridades se evidenciaron en la Administración Zonal Eugenio Espejo, que dan cuenta de un segmento de la población, que con un particular capital social, transforman la estructura familiar, donde las dinámicas que se observan pueden ser calificadas como más tradicionales