Vie. Nov 22nd, 2024

23 feb (EFE).- Diez años después de su secuestro junto a Íngrid Betancourt, la excandidata a la Vicepresidencia de Colombia y exrehén de las FARC, Clara Rojas, sólo devuelve la mirada para aprender de una dramática experiencia que da por superada y ahora recuerda esos hechos sin concesiones al dolor.

«He hecho el esfuerzo de no recordar lo triste porque sería regresar sobre la leche derramada y he tratado de hacer un análisis de lo que ha sido ese cumplimiento, que yo creo que es lo importante», dijo en una entrevista con Efe Rojas, quien dio a luz a un niño en la selva durante su cautiverio.

Impulsada por un férreo ánimo optimista, Rojas aseguró que prefiere no torturarse con el recuerdo de detalles de los más de seis años que estuvo secuestrada ni pensar qué fue lo que «causó el secuestro» de ella e Íngrid Betancourt aquel 23 de febrero de 2002, cuando hacían una gira electoral por el sur del país.

Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) las tomaron cautivas cuando se dirigían a San Vicente del Caguán, municipio que fue sede de un fallido proceso de paz con la guerrilla cerrado por el Gobierno tres días antes, hecho que en varias ocasiones Rojas ha recordado como «una quijotada» y «una flagrante estupidez».

El 10 de enero de 2008, casi seis años después, esta abogada fue puesta en libertad por la guerrilla tras la mediación del presidente venezolano, Hugo Chávez.

Rojas consideró que pasada una década de los dolorosos hechos de 2002, Colombia tiene que adoptar una actitud constructiva para aprender de los errores y plantear un nuevo camino hacia la paz y «una reconciliación que sea sostenible en el tiempo».

Sin embargo, lamentó que los ataques atribuidos a la guerrilla contra la población civil en los últimos tiempos parecen obstaculizarlo.

«Uno quisiera que las FARC no tuvieran que demostrarnos que todavía están vivas de esa manera. La invitación más bien sería a demostrarnos que están vivas con ideas y con propuestas y que cambiaran su manera de pensar», señaló antes de reconocer que la sociedad no sabe a ciencia cierta qué quiere la guerrilla.

Por eso, antes de hablar de una mesa de diálogo habría que pedir que los comandantes guerrilleros definan a qué están dispuestos y «si quieren dejar las armas, porque si no las quieren dejar para qué nos vamos a sentar».

De ese modo, según Rojas, podría afianzarse un compromiso «entre colombianos» y evitar «las imágenes que tuvimos en el Caguán (proceso de paz) hace diez años, en las que todos los guerrilleros tenían su parafernalia militar y ponían el armamento sobre la mesa. Yo creo que ese no es el traje para el diálogo».

El requisito inamovible del Gobierno colombiano ante un eventual proceso de paz es que las FARC entreguen a los once policías y militares que permanecen en su poder, a lo que la exrehén añadiría la exigencia de que descarten públicamente el secuestro como «forma de lucha».

Por otro lado, Rojas dio la bienvenida a «toda iniciativa humanitaria» que busque la liberación de secuestrados, como la del grupo internacional de mujeres que, lideradas por la exsenadora Piedad Córdoba, adelantan gestiones con la guerrilla para llegar a ese fin.

Pero matizó: «Me parece que podrían concentrarse en el tema humanitario para poder evitar las críticas que eventualmente les hacen».

Con su discurso, Rojas demostró que el conflicto armado interno ya no es su verdugo, sino una terapia y una motivación por la que luchar dado el «compromiso personal» que contrajo con su hijo, nacido de una relación no revelada durante su secuestro y al que le arrebataron después del nacimiento, y con los moradores de Colombia en las próximas generaciones.

Por eso, el que será su tercer libro después de los ya publicados «Cautiva» y «A prueba de fuego» sale «de este ámbito personal» para volcarse «en el tema del país», anunció a Efe ilusionada sobre su actual proyecto.

«He encontrado una forma de expresión que me gusta y digamos que descubrí un talento que no esperaba. Veo un camino de comunicación y le cuento que con todo me ha tocado tener una disciplina enorme, pero estoy contenta y vamos a ver que en los próximos meses pueda tener ese libro publicado», adelantó. EFE

Por ccarrera