23 feb (EFE).- El indocumentado mexicano Nicolás González prepara una caminata de casi 5.000 kilómetros que iniciará el 10 de marzo con otros jóvenes como él, entre San Francisco y Washington, para reclamar la aprobación del Dream Act y de una reforma migratoria.
Serán aproximadamente ocho meses de caminata, a partir del puente Golden Gate, que en opinión del activista permitirán crear un diálogo productivo con las comunidades que «ignoran lo que es ser indocumentado en este país».
En una entrevista telefónica desde San Francisco, González dijo a Efe que «también hay mucha gente indocumentada que no conoce sus derechos, y no sabe que lo mejor es no permanecer en las sombras».
«Tenemos que educar a las comunidades y abrir espacios para que la gente pueda reunirse y discutir las oportunidades de ver a todos los jóvenes incluidos en la sociedad americana», expresó.
Al igual que otros jóvenes indocumentados que se han convertido en las caras visibles de los «soñadores», o defensores del Dream Act, González considera que es mejor actuar públicamente a pesar de la falta de papeles.
«En dos años desde que salí de las sombras no he sabido de nadie que sea público y lo hayan deportado», aseguró.
«Hemos vivido oprimidos durante demasiado tiempo en este país y es el momento de romper las cadenas y compartir durante la caminata nuestros éxitos y luchas», dijo.
González se declaró «indocumentado y sin miedo» en un acto realizado en marzo de 2010 frente a las oficinas de Chicago del senador Richard Durbin (D-Illinois).
Desde entonces fue arrestado dos veces por desobediencia civil, en las oficinas del senador Harry Reid (D-Nevada) al protestar por el estancamiento del Dream Act en el Congreso, y más recientemente en el Capitolio estatal de Alabama por oponerse a las leyes antiinmigrantes aprobadas en ese estado.
Por la primera detención recibió una pena de un año de libertad condicional, que finalizó el 1 de octubre pasado, y por la segunda deberá comparecer el 27 de febrero en la corte de Birmingham, Alabama, junto a otros 10 activistas entre los que se cuenta el mexicano Martín Unzueta.
«Nico», como se le conoce en la Campaña por un Sueño Americano, encabezará la marcha hasta la capital de Estados Unidos con otros dos jóvenes latinos indocumentados: Lucas da Silva, brasileño residente en la ciudad de Orlando (Florida), y Jonatan Martínez, mexicano nacido en Georgia; y la hija de bolivianos indocumentados Raymi Gutiérrez, nacida y criada en Utah.
Para este joven mexicano, la militancia proinmigrante es «un deber», por considerar que Estados Unidos necesita leyes que destaquen los valores de «igualdad, unidad y diversidad».
González tenía cinco años de edad cuando sus padres lo trajeron a Chicago desde Moroleón, Guanajuato, México, junto a su hermana mayor.
Aquí estudió en la secundaria Benito Juárez, una de las principales escuelas latinas de la ciudad, y tiene planes de ir a la universidad después de la caminata para graduarse en ciencias o ingeniería química.
A los 18 años se convirtió en consejero de asuntos domésticos, un trabajo que lo puso en contacto con muchas madres indocumentadas.
Además de la causa pro inmigrante, también se le conoce como activista contrario de la guerra y luchador por los derechos de lesbianas, gais, bisexuales y transgéneros como integrante del movimiento UndocuQueer.
Antes de llegar a San Francisco para preparar la caminata, González, de 25 años, participó en protestas contra leyes antiinmigrantes realizadas en Los Ángeles y Oakland.
«Estamos en la etapa de buscar apoyos de negocios, iglesias y grupos proinmigrantes. Queremos encabezar una marcha de miles de personas que destaque la diversidad y unión de los oprimidos», concluyó. EFE