23 feb (EFE).- El argentino Diego Torres abrió hoy la 53 edición del Festival de Viña del Mar, que tendrá esta primera noche al mexicano Luis Miguel como plato fuerte.
A las 22.00 hora local (01.00 GMT del jueves) se encendieron las luces del escenario de la Quinta Vergara, con la letra de la popular «El tiempo en las bastillas» interpretada por su autor, el chileno Fernando Ubiergo.
En las pantallas, en tanto, se sucedieron las imágenes de presentadores de anteriores ediciones del festival, entre ellos la de Felipe Camiroaga, que falleció en septiembre del año pasado en un accidente de avioneta en el que murieron otras veinte personas.
La española Eva Gómez y el chileno Rafael Araneda, que por segundo año ejercerán como directores de orquesta del certamen más popular de Latinoamérica, aparecieron entonces ante un público deseoso de ver a sus estrellas sobre la tarima.
Breves en sus presentaciones, dieron pronto el paso a la primera estrella de la noche, el argentino Diego Torres, que con «Esto es lo que soy» abrió su concierto. «Un placer enorme estar en el Festival de Viña, que me ha acompañado en distintas etapas de mi vida», dijo el artista.
En las horas previas al espectáculo, Diego Torres y Luis Miguel demostraron ser la cara y la cruz de la primera noche del festival.
El primero ofreció una rueda de prensa en la que lanzó bromas, contó anécdotas y compartió risas con los periodistas.
El segundo llegó a Viña en su avión privado y se mantuvo oculto, envuelto en el misterio.
De él solo se conocieron sus excéntricas peticiones, como solicitar dos tanques de oxígeno, 120 toallas o veinte guardias adicionales para que impidan que le tomen fotos con flash.
«Yo no voy a entrar en conflictos, no me gusta hablar de los demás. Creo que Luis Miguel es así y la gente lo aceptó así. En realidad habría que preguntarle a la gente, que disfruta de su canto y de su voz. Y si él es así, está perfecto», señaló Torres al ser preguntado sobre la actitud de su compañero.
Entre ambos artistas de renombre también habrá espacio para las competencias folclórica e internacional, que este año tienen un único jurado compuesto por nueve miembros, entre ellos, los españoles Rosana y José Luis Perales.
También en esta edición se avecina una ardua batalla entre modelos y rostros habituales de los programas de farándula por ser la Reina del festival, un concurso que organiza un diario local y en el que gana la más votada por los comunicadores acreditados.
Son ya más de 350 los periodistas, camarógrafos y fotógrafos con pase para cubrir este certamen, que este año vuelve a organizar la cadena privada Chilevision y que también se retransmitirá en abierto en Estados Unidos, México, El Salvador, República Dominicana, Paraguay y Bolivia.
Como muestra visible de ese despliegue, en esta ciudad costera, a 125 kilómetros al noroeste de Santiago, los platós de televisión han invadido los alrededores del lujoso hotel donde se realizan las ruedas de prensa y los fanáticos se agolpan a la espera de ver llegar a algún famoso.
Hoy lo hicieron también los integrantes del trío mexicano Camila, que se presentaron ante la prensa, ante la que declararon que se sienten felices juntos y que su tercer disco es aún una historia «que está por escribirse».
«El tercer disco es una historia que está por escribirse y nos emociona tener esa hoja en blanco y tener la oportunidad también de experimentar con sonidos, de empujarnos a nosotros mismos hacia nuevos retos», dijo Pablo Hurtado, el guitarrista de la banda.
Los chicos de Camila serán mañana los encargados de abrir la segunda noche del certamen, cuyo cierre estará a cargo de Marc Anthony, que además ofrecerá una conferencia de prensa a su llegada a Viña.
El británico Morrissey y Juan Luis Guerra actuarán también en este certamen, que cerrará sus puertas el 27 de febrero. EFE