20 feb (EFE).- Las baladas del mexicano Luis Miguel, la salsa del puertorriqueño Marc Anthony y el pop elegante del británico Morrissey deleitarán al público que, del 22 al 27 de febrero, asistirá al Festival de Viña del Mar (Chile), en una edición en la que reinarán los ritmos tropicales.
En su versión número 53, el cartel del certamen musical más importante de Latinoamérica mezclará la experiencia de artistas consolidados, como el dominicano Juan Luis Guerra y el argentino Diego Torres, con la frescura de nuevos valores como el estadounidense de origen dominicano Prince Royce y su visión renovada de la bachata caribeña.
El festival inició el domingo su andadura con una gala de presentación en la que por la alfombra roja, además de vestidos elegantes y escotes prominentes, se hizo notar la presencia de un grupo de estudiantes que protestó en contra del lujo del certamen.
Fiel a la tradición, el festival incluye las actuaciones de humoristas y la competencia folclórica e internacional, todo ello bajo la batuta de los presentadores Rafael Araneda y la española Eva Gómez, ambos del canal Chilevisión, que repiten por segundo año consecutivo como presentadores del evento.
Los artistas estarán vigilados de cerca por el siempre exigente público del certamen, también conocido como «Monstruo» por sus sonoros abucheos, una ferocidad que en los últimos años ha amainado, ya que se conceden con más facilidad los premios otorgados por griterío popular: las antorchas de plata y de oro, y la gaviota de plata.
En el primer día del certamen, los altavoces del escenario de la Quinta Vergara no reservarán sus fuerzas y harán sonar los siempre elegantes sonidos Luis Miguel, quien regresa a Viña del Mar 18 años después de su última actuación.
Antes del concierto del rey de los boleros se presentará el argentino Diego Torres, que, acompañado por la rapera andaluza (sur de España) Mala Rodríguez, repasará sus éxitos más laureados, como «Color esperanza», y las creaciones recientes de su último trabajo, «Distinto».
La segunda noche del certamen estará reinada el puertorriqueño Marc Anthony, que hará sacudir las caderas del público que llene el auditorio de esta ciudad costera situada a 125 kilómetros al noreste de Santiago.
Esa misma noche se presentarán los mexicanos Camila, ganadores en la edición de 2009 de la gaviota de plata, máximo galardón del festival.
La actuación del británico Morrissey, la estrella anglo invitada de esta edición, acaparará la atención de la tercera jornada, en la que el chileno Daniel Muñoz, especialista de la cueca brava, uno de los géneros del baile tradicional chileno, y el veterano artista ítalo-belga Salvatore Adamo también desfilarán por el escenario.
El sábado llegará el turno de Los Bunkers, un grupo de rock contemporáneo conformado por chilenos afincados en México, a los que tomará el testigo el guitarrista Manuel García, un trovador asociado a la nueva canción chilena. La noche se cerrará a ritmo de cumbia con los grupos argentinos Ráfaga y Garras de Amor.
En la penúltima jornada, el escenario de la Quinta Vergara cambiará la fresca brisa del Pacífico por el cálido ambiente caribeño con los éxitos de Prince Royce, que con su primer disco se ha sido apodado como «Príncipe de la bachata».
Previamente, el auditorio chileno podrá disfrutar las baladas románticas del puertorriqueño Luis Fonsi y una corta actuación de la española Rosana, jurado del certamen.
El cantautor español José Luis Perales y el humorista chileno Bombo Fica serán el tentempié previo al concierto de Juan Luis Guerra, que con sus consolidados ritmos tropicales pondrá el broche de oro al festival. EFE