20 feb (EFE).- El apoyo de los jugadores del Universidad San Martín a una huelga por sueldos impagos en otros equipos llevó a los dirigentes de ese club «modelo» del torneo local a retirarse del fútbol profesional, y amenaza seriamente el trabajo de la selección nacional peruana.
Los dirigentes del equipo ‘santo’, que en ocho años en la Liga ganó los títulos de 2007, 2008 y 2010, ratificaron hoy esa medida en medio de una severa crisis del torneo, que el año pasado tuvo partidos ganados «en la mesa», sueldos impagos y firma de planillas sin haber recibido la remuneración mensual.
La crisis se agravó el pasado viernes, cuando el presidente de la Agremiación de Futbolistas Profesionales, Francesco Manassero, anunció que los jugadores no participarían en la fecha inicial del torneo Descentralizado por la falta de pago de algunos equipos.
El gremio de futbolistas propuso que las deudas sean canceladas en un plazo máximo de un año, pero la Asociación de Fútbol informó que esto iba a hacerse en 24 meses.
En estas irregularidades no estuvo implicado el San Martín, el equipo de una universidad privada que cuenta con grandes recursos económicos, por lo que sus dirigentes se sorprendieron con la decisión de sus jugadores de no viajar a la ciudad de Arequipa para enfrentarse al Melgar.
Según los dirigentes, cuando se confirmó que la delegación había perdido su vuelo regular, contrataron un chárter, pero los futbolistas mantuvieron su posición de no embarcarse.
Los dirigentes consideran que fueron víctimas de una «deslealtad» y hoy oficializaron su retirada del fútbol profesional peruano, una medida que también está siendo estudiada por equipos como el Universidad César Vallejo y el Unión Comercio.
«La decisión del plantel de jugadores no tiene causa ni justificación alguna, ni fue comunicada personalmente o por escrito a la directiva», remarcaron los dirigentes.
Añadieron que «la conducta del plantel encuadra la comisión de falta grave, razón por la cual se ha tomado por unanimidad del directorio (la decisión) de iniciar el procedimiento de despido» de jugadores.
Los dirigentes acordaron «el retiro del club en su participación del torneo profesional de primera división 2012 y su no participación de manera definitiva en el fútbol profesional peruano».
El presidente del club, Raúl Bao García, también dijo que la decisión puede afectar a los jugadores Leao Butrón, Aldo Corzo, Christian Cueva, Ronald Quinteros y Michael Guevara, convocados por el seleccionador nacional Sergio Markarián.
«Están suspendidos y será una decisión de Sergio Markarián si los sigue considerando en su nómina como tales», señaló Bao en declaraciones al diario El Comercio.
Los medios locales han mostrado su sorpresa porque, en medio de la grave crisis, el presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), Manuel Burga, viajó el domingo a una reunión en Zúrich y aún no se conoce un pronunciamiento oficial del organismo.
La huelga de los jugadores también ha llevado al presidente del Universidad César Vallejo, César Acuña, a señalar que analizan la posibilidad de retirarse del torneo.
Acuña dijo que su equipo ha «decidido dejar el campeonato y hacer las gestiones correspondientes por abandono de trabajo» contra sus jugadores, aunque también señaló que mañana mantendrán una reunión definitiva con los futbolistas.
Indicó que la única posibilidad de mantenerse en el torneo será que los jugadores acepten retirarse de la agremiación de futbolistas y un descuento del 25 por ciento en su sueldo mensual por haberse negado a jugar el último fin de semana.
El Unión Comercio también consideró «una vergüenza» lo que sucede en el campeonato y señaló que la huelga debió ser acatada por los futbolistas de los equipos con deudas.
El Inti Gas, el cuarto equipo que había abierto la posibilidad de retirarse, dio hoy marcha atrás e informó que seguirá en el torneo, a pesar de que su presidente, Rofilio Neyra, había despedido el domingo a los jugadores y al entrenador colombiano Édgar Ospina «en un momento de cólera», según dijo. EFE