Un portavoz del Ejército filipino, el coronel Francisco Patrimonio, declaró que 29 de las víctimas fallecieron en la localidad de Guihulngan, en la provincia de Negros Oriental, tras un corrimiento de tierra.
El director del Centro Nacional de Desastres, Benito Ramos explicó a Efe que una de las víctimas mortales es una niña de 9 años que murió aplastada por un muro derruído por el fuerte temblor en la aldea de Tayasan, en la provincia de Negros Oriental.
Según el informe de este organismo, otro niño de 11 años falleció en la localidad de Jimalalud al derrumbarse el muro de una capilla, mientras que otras diez personas sin identificar perecieron en la localidad de Guihulngan, una en Tayasan y otra de la cual las autoridades no han aportado datos.
El director del Centro de Prevención de Desastres señaló que el temblor ha provocado grietas y roturas de cristales en centros comerciales y algunos edificios públicos de la provincia de Negros Occidental y en las ciudades de Cebú e Iloilo.
La portavoz de la Cruz Roja filipina, Gwendolyne Pham, explicó a Efe que cuatro puentes de Guihulngan se derrumbaron y los pacientes del hospital tuvieron que ser evacuados por miedo a que el edificio se desplomara, ya que presentaba grietas de considerable tamaño.
El terremoto inicial ocurrió a las 11h49 hora local (3h49 GMT) y su epicentro se localizó a 19 kilómetros de profundidad y 70 kilómetros al norte de Dumaguete con una magnitud de 6,7, según el Servicio Geológico de Estados Unidos.
Réplicas alertan a las autoridade:
El seísmo fue seguido en menos de una hora de dos réplicas de 5,6 y 4,8 grados de magnitud. Otra réplica de 6,1 grados sucedió a las 18h10, hora local. Poco más de una hora después, a las 19h33 hora local, otro temblor de 6 grados de magnitud a una profundidad de 15 kilómetros.
La última réplica registrada es de 5,2 en la escala de Richter.