Desde diciembre de 2011 hasta la semana anterior, las religiosas permitieron que la obra sea contemplada por los vecinos de Quito.El monasterio del Carmen Bajo abrió sus puertas al público, para mostrar el pesebre que cuenta con más de 500 piezas religiosas que pertenecen al siglo XVII y XVIII.
La obra se mostró en el salón ubicado en el segundo piso del Convento.
El pesebre que descansa en el recinto religioso de las carmelitas, no sólo es una muestra artística sin precedentes, sino que según indicó el Municipio de Quito, corresponde a una obra del patrimonio cultural y religioso de la ciudad.
Además del Belén, los asistentes pudieron admirar el coro alto y bajo de la iglesia, así como el patio central y una habitación que recrea la vivienda de las monjas de claustro.
