4 ene (EFE).- El presidente camerunés, Paul Biya, ha intervenido en favor del delantero de su selección Samuel Eto’o, sancionado por la federación de fútbol del país con 15 partidos de suspensión por una huelga que el pasado mes de noviembre provocó la anulación de un partido amistoso entre Camerún y Argelia.
Según indicaron a Efe fuentes de la Federación Camerunesa de Fútbol (Fecafut), que pidieron no ser identificadas, «Biya llamó al presidente de la federación, Iya Mohamed, a principios de esta semana para pedirle que se buscara una solución al problema de la suspensión de Eto’o».
«A este efecto, Fecafut se va a reunir el próximo viernes, día 6 de enero», apuntó la fuente.
Asimismo, un miembro de la oficina del primer ministro de Camerún, Philemon Yang, dijo a Efe hoy que «el político camerunés recibió brevemente a Mohamed con el único propósito de hablar sobre Eto’o y para que se revisase su suspensión».
Según la fuente de la Fecafut, el Comité Ejecutivo del organismo podría reducir el próximo viernes el número de partidos durante los que Eto’o ha quedado suspendido o directamente anular la medida disciplinaria.
El pasado 16 de diciembre la Comisión de Disciplina de la Fecafut suspendió al capitán de la selección de fútbol de Camerún durante 15 partidos, al subcapitán, Enoh Eyong, durante 2 partidos, y anunció una multa de más de 1.500 euros al jugador Benoit Assou Ekotto por el boicot del amistoso que debían jugar contra Argelia.
La comisión de disciplina de la Fecafut acusó a Eto’o de haber animado a sus compañeros a no participar en este encuentro para reivindicar el pago de primas a los jugadores, algo que ha llevado a que la federación camerunesa tenga que pagar 500.000 dólares de multa a la argelina.
Eto’o aceptó la medida y aseguró que no apelaría la sanción, pero calificó a los dirigentes de Fecafut de «corruptos».
«En vez de reflexionar sobre los problemas del equipo, se ocupan mucho mas de desviar el dinero», dijo Eto’o en una entrevista con la televisión camerunesa Canal 2 International hace dos semanas. EFE