Para el Año Nuevo muchas personas quieren olvidar los malos recuerdos y sobre todo asegurarse de atraer la suerte. Por ejemplo, algunos comen doce uvas justo a la medianoche y piden un deseo distinto por cada uva que digiere. Vale para asegurar un año próspero.
Así mismo, a las 00h00 es común ver a personas corriendo con una maleta en mano por las calles aledañas a su casa, ya que dar una vuelta, según la creencia, asegura viajes fuera de la ciudad.
Una de las cábalas más practicadas es la de ponerse ropa interior amarilla que significa felicidad y buenos momentos. En todo caso, nada asegura que la buena o la mala suerte nos acompañen. Lo importante es tener una actitud positiva frente a la vida y aprender de las experiencias experimentadas.