29 dic (EFE).- La Liga de Inglaterra alcanza el ecuador competitivo en pleno trasvase de año e invade el 2012 con el liderato en juego entre los dos equipos de Manchester, el United y el City, dominador evidente en el primer tramo del curso.
La decimonovena jornada de la Premier se completará en tres días. Desde el viernes, con el choque entre el Liverpool y el Newcastle, el sábado 31 de diciembre, con la mayoría de los duelos, entre ellos el del United ante el Blackburn, y quedará cerrada el primer día del 2012, cuando juega el actual líder, el Manchester City, que visita el campo del Sunderland.
Solo por la diferencia de goles el conjunto del italiano Roberto Mancini sigue sostenido en la cima de la tabla. El cuadro de Alex Ferguson, vigente campeón, ya tiene los mismos puntos -45- que su vecino después de una larga persecución que culminó la pasada jornada.
El Manchester United puede cerrar el 2011 como líder si puntúa en la visita del colista, el Blackburn. Suman cinco victorias seguidas los ‘diablos rojos’, que no se dejan puntos en la Premier desde el 26 de noviembre, cuando empató frente al Newcastle. Los dos últimos compromisos los ha saldado a ritmo de goleadas. Dos 5-0 ante el Wigan y el Fulham.
El United ha salido airoso de los contratiempos y de las cuantiosas bajas que padece. La última la del zaguero Jonny Evans. Pero Ferguson ha encontrado recursos en su plantilla.
El City, por su parte, no podrá recuperar el primer lugar hasta el 2012. El domingo visita el campo del Sunderland en el cierre de la sesión. Solo ha podido ganar dos de sus últimos cuatro encuentros. Se ha dejado cinco puntos por el camino. Y eso ha alentado a su rival.
No gana a domicilio en la Premier desde el pasado 5 de noviembre, cuando superó al Queens Park Rangers. Empató ante el Liverpool y, el pasado lunes, frente el West Bromwich. Entre ambos partidos, encajó su primera derrota del curso, en Stamford Bridge contra el Chelsea.
El peso de la presión condiciona al City, con el United en el cogote. Visita al Sunderland, amenazado por los puestos de descenso y con escaso margen de error.
La decimonovena jornada de la Premier comienza el viernes. El Liverpool recibe en Anfield al Newcastle. El futuro de Kenny Dalglish vuelve a ser cuestionado después del tropiezo en la sesión anterior contra el Blackburn. Los reds han perdido pólvora. Acusan la ausencia de su goleador, por sanción, el uruguayo Luis Suárez.
El Liverpool dejó escapar una buena ocasión de asaltar el cuarto puesto, del Chelsea, que recibe al Aston Villa el sábado.
Una prueba más para el conjunto del portugués Andre Villas Boas y también del atacante español Fernando Torres, que sigue sin ver puerta.
A once puntos de la cabeza, el conjunto londinense asume objetivos diferentes al título. Lleva tres jornadas sin ganar. Tres empates consecutivos. Seis puntos por el camino.
El Aston Villa, anclado en el ecuador de la tabla, empató ante el Stoke el lunes. Pero acumula tres compromisos sin ganar.
El Arsenal está al acecho. A la espera de cualquier error del Chelsea, del que le separa un punto, y al que pudo dar caza el martes, si hubiera ganado en el Emirates al Wolverhampton (1-1).
Es el Tottenham la sensación del curso. Acomodado en el tercer curso, el cuadro de Harry Redknapp recibe al Swansea reforzado por su triunfo en el campo del Stoke después de plantar cara al Chelsea.
El Swansea, por su parte, se ha arrimado a los puestos de descenso después de un arranque prometedor.
La lucha por la parte baja invade a los tres partidos restantes del sábado. El Bolton, penúltimo, recibe al Wolverhampton. El Wigan de Roberto Martínez, que salió goleado de su visita a Old Trafford (5-0), aspira a reconducir su situación en el campo del Stoke y acabar el año fuera de la terna de descenso.
El Fulham, desahogado hasta el momento, acude al campo del recién ascendido Norwich, que cerrará la primera vuelta de la competición con menos problemas de los previstos. La sesión se completa con el otro choque del 1 de enero, entre el West Bromwich y el Everton. EFE