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26 dic (EFE).- Hijo de una de las grandes figuras de la época del Cine de Oro de México, con quien comparte nombre, el actor mexicano Pedro Armendáriz, fallecido hoy en Nueva York a causa de un cáncer, consiguió ganarse un hueco propio en el imaginario de su país gracias a una larga y fructífera carrera.

Desde que debutara en 1965 en el filme «Fuera de la ley» y hasta su última aparición pública en las pantallas, en marzo de este mismo año, en el cortometraje «Despertar», Armendáriz (1940-2011) participó en más de 140 películas que le otorgaron fama y reconocimiento.

Y eso que su carrera profesional estaba encaminada hacia la arquitectura y que, como llegó a decir, su llegada al cine se produjo de forma casual y no intencionada, después de aparecer en unos cortos de Arturo Ripstein que le llevaron a interpretar una película producida por Raúl de Anda.

«Yo no experimenté la carga del peso de mi padre; en un tiempo, de chico, ni me di cuenta de que mi papá era actor porque mi ídolo entonces era Jorge Negrete, y nunca tuve ese conflicto», señaló en 2006 al recoger en Huelva el premio Luis Buñuel.

Una vez decidió poner su rostro delante de las cámaras, éste dio la vuelta al mundo con su participación en películas de la saga de James Bond como «Licencia para matar», así como en dos grandes producciones como «La máscara del zorro» y «La leyenda del zorro», junto al español Antonio Banderas.

Su aspecto era apreciado en Hollywood como el idóneo para dar vida a las historias fronterizas, algo que se puede apreciar, además de en los dos anteriores filmes citados, en «Érase una vez en México».

Armendáriz dijo en una ocasión que los actores de su país «se van de México pero ya no regresan, o regresan hablando en dólares».

Él fue uno de los que fue y volvió, aunque siempre lamentó la influencia del cine estadounidense y cómo la falta de apoyos oficiales forzaba la marcha de cineastas y técnicos mexicanos fuera del país.

En sus últimas apariciones públicas, Armendáriz se mostró a favor de una propuesta integral para paliar las desventajas que sufre el cine mexicano respecto a las cintas extranjeras.

«El público mexicano no ve cine mexicano», se lamentó el 14 de abril del año pasado, cuando ocupaba la presidencia de la Academia Mexicana de las Artes y Ciencias Cinematográficas.

En su caso, él sí consiguió en México, a finales de los 70, con sus actuaciones en películas como «La casta divina», de Julián Pastor; «La pasión según Berenice», de Jaime Humberto Hermosillo, o «Cadena perpetua», de Arturo Ripstein, convertirse en uno de los actores más importantes de su generación.

Su nombre figura igualmente en los créditos de algunas de las películas mexicanas más famosas de los últimos 15 años, como «La ley de Herodes» y «El crimen del Padre Amaro».

Fue en este tiempo cuando el actor comenzó a cosechar diversos premios a nivel internacional, desde Francia, donde el festival Los Tres Continentes, en Nantes, le brindó en 1997 el homenaje «México: Pedro Armendáriz, Padre e hijo»; hasta San Sebastián, donde, además de haber sido jurado en alguna ocasión, recibió en 2007 el Premio Incombustible.

El año pasado, al recibir un premio en el Festival de Cine Iberoamericano de Huelva (España), el productor Manuel Pérez Estremera describió a Armendáriz como un actor «de musicales, teatro y cine en Estados Unidos, México y España».

El Festival Internacional de Cine de Guadalajara le entregó en 2006 el Mayahuel de Plata por su aportación al cine mexicano, mismo año en el que recibió la Iguana de Oro del Festival de cine de Puerto Vallarta.

En 2007, el Festival Internacional de Cine de Biarritz rindió homenaje a su trayectoria en el cine mexicano y en 2008 fue también reconocido por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla.

Armendáriz fraguó también su carrera en la pequeña pantalla, en diversas telenovelas y series, como en «La fuerza del destino», actualmente en pantalla, y puso su voz en famosas películas de animación como «Cars», donde dobla a Doc Hudson, o Kung Fu Panda, donde dobla al maestro Shifu.

El actor tendrá aún apariciones póstumas en la pantalla. Su rostro se verá en «Mamitas», dirigida por el estadounidense Nicholas Ozeki y que fue presentada este año en festivales de cine de Los Ángeles y Nueva York.

También forma parte del elenco de la comedia «Casa de mi padre», pendiente de estrenar, dirigida por Matt Piedmont y que protagonizan el estadounidense Will Ferrell y los mexicanos Gael García Bernal y Diego Luna. EFE

Por ccarrera