‘La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, reafirmó su compromiso de erradicar la miseria en el país hasta el final de su mandato.No descansaremos hasta alcanzar nuestra meta, de sacar a millones de personas de la miseria’, señaló ayer Rousseff en su programa semanal de radio, donde hizo un balance de los seis primeros meses del plan ‘Brasil sin miseria’.
Este plan impuso a las autoridades la obligación de buscar activamente a las familias pobres que no recibían asistencia social.
El informe indicó concretamente que para el 2011 se trazó como meta localizar a 320.000 familias, de las cerca de 800.000 que se calcula todavía no habían sido incluidas en los registros oficiales que les darían acceso a los subsidios gubernamentales del plan ‘Bolsa Familia’, implantado por el Gobierno del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
La presidenta aseguró que ha llegado a la conclusión de que ‘el pueblo no quiere favores’, sino ‘oportunidades’, por lo que se ha reforzado el programa gubernamental de formación profesional, que ahora destina 61.000 plazas para los inscritos en la ‘Bolsa Familia’.
El programa de formación profesional del Gobierno ofrece cursos en los sectores de construcción civil, hostelería y restauración, comercio, industria, atención a ancianos, entre otros.
La presidenta Rousseff aseguró que se superaron las metas de este programa en su primer año, al conseguir hitos como identificar a 407.000 familias que hasta ahora no recibían los subsidios públicos a los que tenían derecho. Asi mismo, la mandataria puntualizó que, hasta 2013, van a encontrarse a todos los que aún no están en el programa gubernamental y que se les va a dar el derecho y las condiciones para que dejen de ser extremadamente pobres. La ‘Bolsa Familia’ proporciona ayuda de entre 32 y 306 reales mensuales (17 y 165 dólares).