26 dic (EFE).- Se presenta mañana al mediodía en la sala VIP del estadio Vicente Calderón. Diego Pablo Simeone perfila desde que aterrizó hoy en Madrid toda su estrategia con infinidad de reuniones en el club. Quiere tenerlo todo atado.
Los contratos de sus colaboradores -el Mono Burgos y el Profe Ortega- se van cerrando y algunos asuntos de la plantilla, entre ellos el futuro de José Antonio Reyes, que posiblemente mañana, pueden quedar sino resueltos, sí encaminados.
Reyes sí o Reyes no. Simeone tiene la palabra. El club no tiene inconveniente en que se quede. Ahora bien, siempre y cuando el entrenador vaya a contar con él. De lo contrario, se apuesta por una venta en el mercado de invierno.
Simeone llegó feliz. Vestido de negro y dominando la escena. Por su físico envidiable parece futbolista en activo. El primer mensaje que mandó a su afición fue el de tranquilidad. Y es que el Cholo llega con la autoestima ideal.
El pasado 9 de julio, en plena Copa América, en Buenos Aires y en el transcurso de un amplia entrevista con la Agencia EFE, en el vestuario del ‘Cilindro’, el estadio de Rácing de Avellaneda, Simeone tenía claro que si hubo un estímulo que le impulsaba a aceptar un proyecto en Europa a corto plazo, ese era sin duda su experiencia en Italia.
Entiende Simeone que salvar al Catania y colocarle en una situación cómoda en la tabla, la mejor de su historia según afirmó, era el aval necesario que necesitaba para demostrarse a sí mismo, que podía triunfar en Europa.
Ha fichado Simeone por lo que resta de año y una campaña más. Siempre vive el Atlético de Madrid a corto plazo, pero el Cholo ya ha avisado que apela en el vestuario a la claridad, al orden y al trabajo.
Simeone es un gran admirador de Pep Guardiola. Por su fútbol y sobre todo por la capacidad por mantener el hambre que le permite conquistar títulos. Pero también por un asunto, que si le dejan y tiene tiempo, le gustaría asimilar también.
Y es el espíritu de pertenencia. Conseguir que los jugadores, los actuales y los futuros, se sientan orgullosos de defender un estilo, una identidad definida. Vuelve Simeone a entrenar a Majadahonda (Madrid). Allí, por cierto comenzó a jugar de crío su hijo Giovanni, en el Rayo Majadahonda. Hoy es un nueve interesante en las divisiones inferiores de River Plate.
El fútbol no vende nada tangible. El fútbol sí vende ilusión a los aficionados. Simeone aterrizó en Barajas hoy y todas las emisoras de radio dieron en directo su llegada. Los atléticos, de inmediato, volvieron a estar entusiasmados. Objetivo cumplido. La tarea no es sencilla, pero el Atlético y su gente vuelve a soñar con tiempos mejores. EFE