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13 dic (EFE).- Con estilos diferentes pero igual estirpe ganadora, el Vélez Sarsfield y el Boca Juniors reinaron en el fútbol argentino en 2011, año que el coloso River Plate querría borrar del calendario por su histórico descenso a la Segunda División.

El segundo semestre del año dejó entre enormes signos de interrogación a otro de los grandes, el San Lorenzo, que comenzará en febrero el Torneo Clausura 2012 con la soga al cuello su carrera por mantenerse en la máxima categoría.

Con un fútbol vistoso y un tridente ofensivo de excepción, el Vélez se quedó con el título de campeón del primer torneo del año, el Clausura 2011.

Doce victorias, tres empates y cuatro derrotas dieron forma a la octava estrella del equipo del barrio porteño de Liniers, que marcó diferencias con el creativo Maxi Moralez y los puntas Juan Manuel Martínez y Santiago Silva, autores de la mayoría de los 36 goles que anotó el Vélez.

Los traspasos al fútbol italiano de Moralez (al Atalanta) y del uruguayo Silva (al Fiorentina), sumados al del medio Ricardo Álvarez (al Inter), hicieron que el conjunto de Ricardo Gareca perdiera brillo y calidad en la segunda mitad del año, aunque no su esencia de buen juego.

La frustración del equipo ‘velezano’ ocurrió a nivel internacional, ya que el Vélez no pudo sortear la instancia de semifinales ni en la Copa Libertadores ante el Peñarol uruguayo ni en la Sudamericana frente a la Liga de Quito.

El segundo semestre de 2011, por su parte, marcó un abrumador dominio del Boca Juniors, que al ganar el torneo Apertura logró su vigésimo cuarto título a nivel local.

El granítico equipo de Julio César Falcioni se adjudicó el certamen con 12 triunfos y siete empates, con los que fortaleció una racha de 29 partidos imbatido.

La solidez fue la característica saliente del cuadro auriazul, que, con seis goles, se convirtió en el equipo campeón con menos tantos en contra de la historia del fútbol argentino en torneos de una rueda (que se juegan desde la temporada 1991-1992) y en el que sacó la mayor diferencia de puntos (12) sobre el escolta.

Cierto es que fue un torneo atípico para el Boca Juniors, que por primera vez no tuvo que enfrentarse con el River Plate, su acérrimo rival, que cayó en desgracia en junio último al descender a la Segunda División producto de sus últimas tres flojísimas temporadas.

El descenso del popular equipo argentino, decretado tras perder una Promoción ante el Belgrano de Córdoba, supuso un cambio de paradigma en la categoría de honor, históricamente liderada por el River Plate y el Boca Juniors.

El equipo ‘albirrojo’, máximo ganador de torneo locales (33), ha concluido el peor año de su historia como escolta del Instituto de Córdoba en el torneo de la Segunda División, que finaliza a mediados del año próximo, aunque en zona de ascenso directo.

El año ha clasificado al Boca, al Vélez, al Lanús, al Arsenal y al Godoy Cruz de Mendoza a la Copa Libertadores de 2012 y ha dejado en la cuerda floja al San Lorenzo, sumido en una crisis institucional y deportiva bastante similar a la que en 1981 lo arrastró a la Segunda.

El conjunto azulgrana arrancará el Clausura 2012, torneo que terminará de definir los equipos que perderán la categoría, en zona de Promoción junto al All Boys, apenas por encima de los que hoy se encuentran en descenso directo: el Tigre y el Olimpo de Bahía Blanca. EFE

Por ccarrera