Los insoportables trámites burocráticos dentro del Municipio siguen siendo el pan de cada día. Los procesos son demasiado engorrosos, sobre todo a la hora de cobrar las remuneraciones por un servicio prestado al Cabildo. Hace unas semanas culminó con varios sobresaltos el programa cultural ‘Quito Baila’, de donde primero se vieron deficiencias a la hora de la contratación de productoras, que a su vez eran las encargadas de contactar con músicos y bailarines de la capital. Entre tanto ir y venir, se reflejó una especie de tercerización y la paga se redujo más y más. Ahora los pagos son inciertos.La solución a todo este embrollo, es que el Municipio no delegue estas producciones. Más bien debería organizarse una Comisión Permanente de Espectáculos.