Vie. Nov 22nd, 2024

7 dic (EFE).- El Barcelona y el Santos pretenden ampliar la autoridad futbolística previamente generada en Europa y América, respectivamente, como claros aspirantes en el Mundial de Clubes, el escaparate que oficializa esta hegemonía y que en esta ocasión está alumbrada por el brillo de sus estrellas, el argentino Leo Messi y el brasileño Neymar.

Europa y América vuelven a pujar por el cetro mundial del fútbol, a partir del jueves, en Japón, escenario al que regresa la competición después de dos años con los Emiratos Árabes como sede.

Los vencedores continentales se reúnen en un torneo que acapara gran parte de la atención durante diez días (del 8 al 18 de diciembre). El Barcelona y el Santos, entrarán en acción en el tramo final. A partir de semifinales.

Antes, el Al-Sadd Club de Asia, el Auckland City, de Oceanía, el Esperance Sportive De Túnez africano, los anfitriones del Kashiwa Reysol de Japón y el Monterrey mexicano, campeón de la Concacaf, buscarán su propia repercusión a pesar de su inicial papel de comparsas.

El pasado año, el Mazembe congoleño rompió las previsiones y quedó subcampeón después de superar al Internacional de Porto Alegre de Brasil en semifinales. Cayó el Mazembe en la final contra el Inter Milán, vigente campeón (3-0).

El torneo quedará abierto con el duelo de la ronda preliminar, entre el Kashiwa nipón y el Auckland City de Nueva Zelanda.

El Barcelona irrumpe en el Mundial de Clubes con la intención de recuperar la corona que conquistó hace dos temporadas y ampliar su historial. Sería su segunda corona mundial y el tercer éxito del curso.

El conjunto de Pep Guardiola, campeón de la Supercopa de España y la Supercopa Europea, lograría un nuevo cierre de año de relumbrón con el Mundial de Clubes, que alcanza ahora su octava edición con el nuevo formato, que heredó de la entonces conocida como Copa Intercontinental.

El Barcelona, aún por acomodar su dominio a la Liga Española, y el Santos, que ha carecido de la autoridad de entonces en el campeonato brasileño, donde fue décimo, apuntan como los animadores del evento.

El Monterrey mexicano, que representará a la zona Concacaf y que disputa el torneo por primera vez, pretende ocupar el papel de ‘tapado’ y convertirse en la revelación, como el Mazembe congoleño.

El Barcelona entrará en acción el jueves 15. Se enfrentará en Yokohama, en el estadio de la final del Mundial de selecciones de 2002, al campeón de África (Espérance) o al de Asia (Al Sadd).

Mientras, el Santos confía en que el Mundial de Clubes le dé lustre a la temporada y con el doblete, que ya logró en los años 1962 y 1963.

Es Europa la que domina desde que el reto afrontó este sistema. A excepción de las tres primeras ediciones, la del 2000, 2005 y 2006, acaparadas por clubes brasileños (Corinthians, Sao Paulo e Internacional), las cuatro más recientes fueron ganadas por los representantes del Viejo Continente (Milán, Manchester United, Barcelona e Inter).

No fue hasta 2005 cuando se consolidó en el calendario con la idea de que dejase de estar restringido al campeón de la Copa de Europa y al de la Copa Libertadores para abrirlo a toda las confederaciones: Europa (UEFA), África (CAF), Asia (AFC), América del Norte, Centroamérica y Caribe (CONCACAF), Sudamérica (CONMEBOL) y Oceanía (OFC).

Hasta entonces, fue la Intercontinental el evento considerado como una especie de ‘Mundial’ de equipos. Arrancó en 1960, el primer año en que se celebró la Copa Libertadores para decidir el mejor equipo del Cono sur. Una lucha entre los representantes de los dos continentes más fuertes en el fútbol internacional.

El modelo de aquel torneo era de partido de ida y de vuelta. En la primera edición, la condición de mejor equipo del mundo recayó en el Real Madrid, que empató a cero goles contra el Peñarol de Montevideo en Uruguay, y en el choque de vuelta venció por 5-0 en Chamartín.

Con esta estructura de partido de ida y vuelta, la Intercontinental funcionó hasta la edición de 1980 cuando la empresa automovilística Toyota se hizo con el patrocinio del torneo, que pasó a jugarse a un solo encuentro entre el campeón sudamericano y el europeo en Japón.

Esta será la octava edición del Mundial de Clubes. Echó a andar en el año 2000 en Brasil. El Corinthians salió campeón en la final que ganó al también brasileño Vasco de Gama.

No obstante, problemas de derechos de televisión y de calendario impidieron que el Mundial de Clubes y la Copa Intercontinental se unificasen en un sólo torneo hasta el 2005. De hecho, el 2000 consta como el año en el que se disputaron ambos. El Mundial de Clubes que ganó el Corinthians, y la Copa Intercontinental, que conquistó el Boca Júniors argentino.

Ya no volvió el Mundial de Clubes hasta el 2005, a pesar del interés en poner en marcha el evento, suspendido en más de una ocasión, como la edición de 2001, con España como escenario.

En diciembre del 2004, el estadio de Yokohama despidió a la Copa Intercontinental con el partido entre el Oporto y el Once Caldas colombiano (0-0; 8-7 en los penaltis), para dar paso al segundo mundial de clubes en el 2005, que también se celebró en Japón.

En la dilatada trayectoria de la Copa Intercontinental, casi de la misma edad que la Copa del Europa (1955-56), cinco entidades lograron alzarse con el título en tres ocasiones (Milán, Peñarol, Real Madrid, Boca Juniors y Nacional de Montevideo), mientras que ocho clubes lo lograron dos veces (Independiente, Juventus, Ajax, Bayern, Inter, Porto, Santos y Sao Paulo).

El resto de campeones en la Intercontinental, con una victoria, han sido los siguientes conjuntos: Estudiantes, Olimpia, Gremio, Manchester United, River Plate, Atlético de Madrid, Borussia Dortmund, Estrella Roja, Feyenoord, Flamengo, Racing de Avellaneda y Vélez Sarsfield. EFE

Por ccarrera