La misma se detectó este domingo en un dispositivo de reciclaje para eliminar la sal del agua radiactiva que se acumula en la planta, tras lo cual se procedió a detener el sistema para contener el escape.
El canal a través del cual puede haberse producido la filtración al exterior se encuentra a 600 metros del mar.
La fuga correspondería a decenas de toneladas de agua contaminada con estroncio radiactivo. Parte de este material podría haberse filtrado fuera de la planta. Como medida de contención, la firma que opera la averiada planta atómica, Tokyo Electric Power (TEPCO), está apilando sacos de arena en el lugar para evitar que el agua contaminada llegue al mar.
Desde el inicio de la crisis nuclear, el pasado 11 de marzo, las autoridades niponas realizan análisis para detectar el impacto del accidente en la vida marina cerca de la central, ya que se estima que entre el 21 de marzo y el 30 de abril, la planta pudo verter al mar, unos 15.000 terabecquereles de cesio y yodo radiactivo, un material altamente peligroso.
Según la operadora, el escape detectado no supondrá ningún problema añadido en las labores de reciclaje ni en el proceso de enfriamiento de los reactores de la planta. y aseguran que se podrá controlar.
A mediados de octubre, la operadora actualizó la “hoja de ruta” para llevar a parada fría los reactores de la central, con una temperatura estable por debajo de los 100 grados centígrados, algo que prevé hacer para final de año. Por su parte, personeros de la planta descartan que el suceso se trate de una explosión en el reactor nuclear.