El 15 de noviembre de1922, las calles de Guayaquil se bañaron con la sangre de miles de obreros, quienes se alzaron contra la injustia social, influenciados por la Revolución Rusa de 1917.
Así surgieron las primeras organizaciones provinciales y en años posteriores, los primeros congresos nacionales.
El libro de Joaquín Gallegos lara, ‘Las cruces sobre el agua’ narra la historia de las cruces que marcaron la historia de una ciudad y del país.
Han pasado casi 90 años de la matanza y la situación, lamentablemente no ha mejorado. Ciertamente, no somos un país industrializado y no tenemos una clase obrera como tal, pero suman millones quienes esperan mejores condiciones de empleo y más oportunidades. La historia no se la puede olvidar.