El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, confirmó que gente dentro de las FARC, ayudó en la ‘Operación Odiseo’, en la cual cayó Guillermo León Sáenz Vargas, alias ‘Alfonso Cano’.
Alfonso Cano’, líder máximo de las FARC, el grupo guerrillero más antiguo de Latinoamérica, fue abatido por el Ejército colombiano, el viernes por la tarde.
Con su baja, la cúpula de la organización queda descabezada. Pedro Antonio Marín, alias ‘Tirofijo’ o ‘Manuel Marulanda’, falleció de muerte natural en la profundidad de la selva, y Jorge Briceño, ‘Mono Jojoy’, también fue abatido en un bombardeo a su guarida.
Horas antes de dar el parte de victoria, el presidente había exclamado: “Es un día muy importante para Colombia, es el golpe más contundente dado a las FARC en toda su historia”. En efecto, Cano era la pieza fundamental de este grupo que llegó a poner contra la pared al Estadocolombiano.
De 63 años de edad, Cano no se dio por vencido como lo ratificó en su día final ante sus adversarios. Con base en unas pacientes y exitosas tareas de inteligencia, éstos localizaron su campamento en la espesura de la vegetación.
Cano sintió la envergadura del ataque, pero mantuvo la frialdad para ordenar la retirada. Estaba muy cambiado, pues se había quitado su espesa barba que lo identificó en sus 33 años de vida armada. Un comando de fuerzas especiales logró alcanzar a miembros de su guardia pretoriana que sabían que tenían que dar la vida antes de permitir su muerte o captura.
El grupo era reducido, pues aunque en la operación iniciada hace un poco más de tres años participaban casi 7.000 militares, cualquier movimiento debía hacerse con sigilo. Consciente de sus dificultades, Cano se mimetizó en un área selvática a esperar el agotamiento de los militares. Estos, sin embargo, no dieron su brazo a torcer y trazaron un círculo en un área de varios municipios que le impediría salir a los departamentos de Cauca y Huila.
El parte de victoria lo dio el propio presidente Santos a la medianoche. Horas más tarde miles de colombianos sacaron banderas y el eco de los vivas al Gobierno y al Ejército se podían escuchar con nitidez.