1 nov (EFE).- Tres goles del argentino Lionel Messi sellaron la clasificación del Barcelona para octavos de final de la Liga de Campeones, en una jornada, la cuarta, en la que el Valencia reactivó sus opciones, el Genk frenó al Chelsea y el Apoel dio un paso hacia la siguiente ronda y complicó el futuro del Oporto.
Messi fue el protagonista del partido frente al Viktoria Plzen. Sentenció el choque en la primera parte, con dos tantos, uno de penalti en el minuto 24, con expulsión de Marián Cicovsky, y otro en los instantes previos al descanso. Hoy alcanzó y superó los 200 goles con el Barcelona. Ya suma 202, tras anotar también el 0-4.
Un centro medido de Isaac Cuenca culminado de cabeza por Cesc Fábregas puso el 0-3, en un duelo con más marcas importantes: Víctor Valdés superó el récord de imbatibilidad en la portería del Barcelona, anteriormente en poder de Miguel Reina con 824 minutos, y Pep Guardiola dirigió con victoria su partido 200 como entrenador.
Fue una buena jornada para el conjunto azulgrana, que aprovechó por partida doble el 1-1 entre Bate Borisov y Milán en Bielorrusia. Primero para lograr su clasificación matemática para octavos y después para afianzar su dominio del grupo H, con dos puntos de ventaja sobre el equipo italiano, que también consiguió el pase.
El sueco Zlatan Ibrahimovic marcó el 0-1 para el Milán, que pudo sentenciar el triunfo en la primera mitad, pero que finalmente concedió el 1-1 en el inicio de la segunda parte en un penalti transformado por Renan Bressan. Barcelona y Milán se jugarán la próxima jornada el primer puesto en un duelo decisivo en San Siro.
También fue un día muy importante para el Valencia, que reavivó sus posibilidades de clasificación en el grupo E con una victoria fundamental en Mestalla contra el Bayer Leverkusen (3-1). No le valía otro marcador y cumplió en un duelo exigente, decidido en la segunda mitad con goles de Roberto Soldado y el francés Abil Rami.
Antes, el brasileño Jonas firmó uno de los dos tantos más rápidos de la historia de la Liga de Campeones, a falta de que la UEFA anuncie si supera o no al del holandés Roy Maakay para el Bayern Múnich contra el Real Madrid en 2006, marcado a los 10,03 segundos, y Stefan Kiessling había logrado el 1-1 a la media hora de juego.
El Valencia es tercero del cuarteto, a un punto del Leverkusen, segundo, y a tres del Chelsea, que continúa líder, pero que desperdició la primera oportunidad de cerrar su clasificación para la siguiente ronda con un empate en el feudo del Genk belga (1-1).
El brasileño Ramires, tras una pared con Fernando Torres, adelantó a los londinenses, que fallaron un penalti en las botas de David Luiz en la primera parte, pero Jelle Vossen estableció el empate en la segunda mitad. Oriol Romeu y Torres fueron titulares y Juan Mata dispuso de minutos tras comenzar como suplente.
También siguen abiertos los grupos F y H, aún sin dueño definitivo de las primeras y segundas plazas de la clasificación, aunque todavía liderados, respectivamente, por el Arsenal y por el sorprendente Apoel Nicosia, indudable revelación de la temporada en la Liga de Campeones, en la que está invicto este curso.
El conjunto chipriota suma ocho puntos en el grupo G, los tres últimos conquistados hoy en el estadio GSP. Allí no ha perdido en sus nuevo encuentros europeos más recientes y ganó este martes al Oporto (2-1). Todos los goles llevaron firma brasileña: Ailton firmó el 1-0, Hulk hizo el 1-1 en el 89 y Manduca marcó el 2-1 en el 90.
El Apoel no se mueve del liderato de su cuarteto, seguido a un punto por el Zenit, que hoy logró su novena victoria consecutiva como local en competición europea frente al Shakthar Donetsk (1-0), y a cuatro por el Oporto, el actual campeón de la Liga Europa y que ya no tiene margen de error en el tramo final de la fase de grupos.
En el F se mantiene la situación de la anterior jornada. Arsenal, primero, y Marsella, segundo, empataron sin goles en Londres y dependen de sí mismos para acceder a octavos de final, con el Borussia Dortmund como principal perseguidor, después de imponerse por 1-0 al Olympiacos de Ernesto Valverde. EFE