Parece que el reportero del programa «Esto no tiene nombre» Miguel Cedeño, pasa por un grave problema de autoestima, porque no le molesta para nada, que lo califiquen como el «perro» de la «Reina de la farándula», Marián Sabaté y hasta se siente congratulado con el «título», que le han dado sus compañeros de trabajo.
«Miguelito», desde que se estrenó este espacio, se muestra muy servicial con la ex presentadora de «Caiga quien caiga». Solo falta que le lama los pies y le mueva la cola.
Es por esta razón, que quienes rodean a Cedeño lo molestan con este apelativo, como ocurrió, el pasado viernes, donde hasta los mismos miembros del jurado y de producción del canal, dijeron que Cedeño pertenecía a una raza de «perro» todavía no descubierta.
No cabe duda, que a Sabaté le encanta la comparación, pues hasta dijo que su «cachorro», o sea Miguel Cedeño tiene pedigrí, que es de raza French Poodle, porque es «sambito» como estas mascotas, lo cual fue recibido por el reportero con una amplia sonrisa, como si le encantara que lo traten como animal.
Esta bien que el perro sea considerado el «mejor amigo del hombre», pero por más «Reina» que sea Marián, no está bien que trate a sus «súbditos» de esta manera.
Estamos seguros que hasta los French Poodle se sentirían ofendidos con la comparación, porque dicen que estos animalitos tienen mucho carácter.
Pero parece que el «mote» de Cedeño ha sido otorgado en el programa por consenso, pues hace algunas semanas la producción mostró un dibujo en pantalla, donde había algunos perritos, pero lo «gracioso» fue que reemplazaron la cabeza de uno de los canes con la Miguelito, lo cual fue celebrado públicamente por todos los presentadores.
En realidad, esto es lo que no tiene nombre y aunque Cedeño se queja de que la prensa rosa, «lo quiere perjudicar», habría que decirle que más daño le causará dejarse tratar como un animal. Aunque por este camino va, se nota que está perdiendo su dignidad de ser humano, que para todos los de nuestra raza es muy «preciada».
Bien dicen que los faranduleros saben como amarrar bien su puesto. A Miguel Cedeño no le conviene ponerse en contra de su «gran jefa», Marián Sabaté. Es mejor que lo trate de «perro» a que lo mande a ladrar en la calle.
En todo caso, en cualquier trabajo siempre hay uno que otro «cepillín».
Señores
Diario Popular
Su Diario, que no leo, pero supongo tiene acogida Popular valga la redundancia, ha escrito un artículo que dice:
Cedeño es el «perro» de la «Gordis»
Debo manifestarle que Miguel Cedeño es un joven sin ningún tipo de complejo, aun más tiene un alma noble,
porque siempre ha cosechado amistades por ser un joven que ha acompañado a las MISS a los eventos
Sociales por lo cual goza de aprecio y consideración de todos los que lo conocen.
La comparación que le hacen con un «perro», es absurdo, denigrante, injurioso, tratar así a un joven de gran corazón
y de porvenir brillante.
Pero conociéndolo como lo conozco estoy segura que ha Miguel, le resbala este tipo de comentarios que están
cargados de malas energías, que vienen de personas insidiosas y mal intencionadas que hacen farándula destructivas
Miguel Cedeño, es un ser humano extraordinario que ve al mundo y a las personas que están a su alrededor con una
amplia sonrisa, por eso no hace caso a los sufridores que lo llaman perro de una manera peyorativa.
Miguel se debe a un programa como es «Esto no tiene nombre», y lo que hace en el programa es solamente actuación,
ya que Miguel estudio actuación, y le gusta lo que hace como reportero.
La Sra. Marian Sabaté, no es su «gran jefa» ya que todos son compañeros, porque el directamente trabaja para el
prestigioso canal Gama TV, y a base de su esfuerzo y constancia, se ha ganado su espacio en el canal, porque no
cualquiera puede coger un micrófono y hablar con seguridad y desenvoltura.
Miguel, es un joven a quién le auguro grandes éxitos en el futuro, por lo cual rechazo enérgicamente el presente
artículo, porque lo que le sobra a Miguel hasta para regalar es Dignidad como ser humano.
¡ ADELANTE MIGUEL , eres un joven incomparable, excepcional, irrepetible!
ATTE.
Ab. Carreño