El ecuatoriano Ricardo Hernán Flores, que el martes se colgó la medalla de plata en los 77 kilos masculino de levantamiento de pesas de los Juegos Panamericanos 2011, considera que la presea es una demostración de que se recuperó de la lesión que le dejó un año alejado de la plataforma.
“Tuve el año pasado unas lesiones muy graves en mi muñeca. Pasé un año fuera de competencia pero ya estoy totalmente curado, como se pudo ver aquí”, afirmó Flores, que en Guadalajara mejoró el bronce que había obtenido en los Panamericanos de Río de Janeiro 2007.
“Aún me molesta un poco, pero es un dolor que se puede soportar”, agregó el ecuatoriano, que alzó dos platas en el Campeonato Panamericano de Chicago 2009 antes de lesionarse, al referirse a la lesión en el metatarsiano de la muñeca derecha.
Flores levantó el martes 329 kilos (148 kilos en arranque y 181 en envión) tras fracasar en dos oportunidades, el intento de alzar más de 185 kilos en el envión, y fue superado por 9 kilos por el cubano Iván Cambar (338 kilos de total), que se quedó con el oro y revalidó el título que había conseguido en Río de Janeiro.
El ecuatoriano aprovechó sus declaraciones a la prensa para agradecer al entrenador que lo ayudó a superar la lesión y a regresar a las plataformas.
“Me ayudó a volver a entrenar, y me ayudó a recuperarme física y psicológicamente”, afirmó.
Flores dijo que la medalla tiene un valor especial debido a que, antes de Guadalajara, tuvo que interrumpir por dos semanas su preparación con la selección ecuatoriana en Quito por problemas personales que lo obligaron a regresar a su provincia.
“Dimos lo mejor de nosotros e intentamos el oro, pero la plata fue lo que terminamos mereciendo y lo que cargo ahora en el cuello”, agregó.
El ecuatoriano aseguró que ahora se preparará para viajar a Francia a disputar el Mundial, en donde intentará la clasificación a los Juegos Olímpicos de Londres 2012. EFE
