La marchista guatemalteca Jamy Amarilis Franco se impuso ayer en los Panamericanos con un triunfo en la categoría 20 kilómetros que confirmó el enorme potencial que tiene con sólo 20 años de edad.
Pero Franco hizo algo más. Y fue reivindicar a su madre, Evelyn Núñez, que fue descalificada en la prueba de marcha de Río de Janeiro 2007 a falta de dos kilómetros para el final, cuando estaba en la pelea por al menos la medalla de plata.
“Estoy muy agradecida con mi madre, porque que ella me encaminó aquí. Si ella no lo pudo (ganar una medalla), su hija sí. Quiero decirle que somos una y que la amo”, expresó Franco a los periodistas después de la caminata que completó en 1:32:38, nuevo récord panamericano.
Su compatriota Mirna Ortíz conquistó la medalla de plata. EFE.