El conflicto entre Palestina e Israel es un cuento de nunca acabar. La Franja de Gaza se ha convertido en una trinchera de guerra, donde millones de vidas se han perdido. Ahora el presidente palestino Mahmud Abbas, pedirá ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, su reconociemiento como estado independiente.
Países como Estados Unidos e Israel ya trabajan diplomáticamente para conseguir el veto definitivo a este pedido.
Ciertamente, tienen mucho peso dentro de la organización y lo usarán para seguir con un conflicto que para ellos les representa poder político y económico. El intervencionismo es por demás interesado. Las víctimas son los civiles, mujeres, ancianos y niños que mueren en las calles de la Franja de Gaza.