Chile es el país de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con mayor segregación socio-económica, según el informe anual sobre la educación publicado por dicha institución.
Chile es el país de la OCDE en el que tiene más peso la financiación privada en la educación primaria y secundaria, y aquel en que menor es la inclusión dentro de un mismo centro de perfiles socioeconómicos de sus alumnos.
El estudio precisa que el grado de inclusión de las variaciones socioeconómicas dentro de una escuela se sitúa en Chile, en menos del 50 %.
El país suramericano dedicó en 2009 unos 2.707 dólares por cada estudiante de primaria y 2.564 dólares por los de secundaria, cuando en la OCDE esas cifras absolutas eran de 7.153 y 8.972 dólares respectivamente.
Sin embargo, si se relaciona esa inversión en la educación preuniversitaria con la riqueza del país, suponía el 4,2 % del Producto Interior Bruto (PIB), superior al 3,8 % en el conocido ‘Club de los países desarrollados’. Así la inversión estatal ha sido mayor, pero menos chilenos pueden acceder a la educación