La cantante Rihanna denunció a la antigua propietaria de su residencia en Beverly Hills debido a que no le informó sobre el real estado en el que se encontraba el inmueble.
La diva compró la casa en el 2009 tras pagar 6.9 millones de dólares, señalaron fuentes cercanas. Pero un año después, y en un evento que la artista calificó como una “tormenta moderada”, la residencia se llenó de goteras, humedad y varios desperfectos.