Más allá de subir un escalón en el podio, Culson quiere el oro para alegrar a sus compatriotas, que fueron afectados por el huracán
El puertorriqueño Javier Culson, uno de los favoritos en la prueba de 400 metros vallas del Mundial de atletismo de Daegu, pasó a la final con el mejor tiempo de semifinales (48.52) y quiere dedicar el oro a las víctimas del huracán ‘Irene’, que sufrió su país.
Culson, de 27 años, medalla de plata en el Mundial de Berlín-2009, la primera del país caribeño, dominó la primera semifinal, delante del sudafricano Cornel Fredericks (48.83), con una gran superioridad, llegándose a permitir bajar el ritmo y mover la cabeza a ambos lados, antes de cruzar la línea.
La estrella del atletismo boricua no quiso olvidarse de los daños provocados por el reciente paso del huracán Irene y dijo querer ganar el oro para poder dedicarlo a la gente que lo está pasando mal en su isla.
“Quiero realmente ganar esta medalla de oro. Ya tengo una medalla de plata y quiero poder traerle mucha felicidad a mi gente boricua, que le hace mucha falta en estos momentos”, señaló Culson.
“Dar una alegría a los puertorriqueños es algo que siempre me mueve. Por supuesto, también quiero ganar por mí, pero es un orgullo defender a los boricuas y ayudar a dar alegrías en el país”, señaló.
Culson es la gran esperanza de Puerto Rico para irse con alguna medalla del Mundial de Daegu-2011 y el héroe del atletismo nacional, después de que hiciera historia en 2009, con el primer metal para la isla en esta competición.
En grandes competiciones internacionales, se estrenó en el Mundial en Osaka-2007, entre otras.