Los líderes rebeldes libios rechazan todo despliegue de fuerzas internacionales u observadores en el país. Exigen la entrega de Gadafi.
Según Ian Martin, enviado especial de Naciones Unidas para la planificación de la posguerra en el país, los libios quieren evitar cualquier tipo de despliegue militar de cualquier organismo o país.
La misión de la ONU tiene un carácter político y ayudaría a las nuevas autoridades a desarrollar un proceso de transición que lleve a la democracia, después del régimen de Gadafi.
Martin se ha reunido en los últimos días con el Consejo de Transición para analizar las peticiones y opiniones de los líderes rebeldes.
Reconoció que una fuerza de paz para el país norteafricano había sido estudiada para un contexto que no es el actual, por lo que los observadores internacionales ya no serían necesarios.
Las autoridades libias, según añadió Martin, están muy interesados en que se les ayude en materia policial para tener la situación de la seguridad bajo control, pero no serían precisamente los ‘Cascos Azules’.
Así mismo, el Comité de Sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU, desbloqueó 950 millones de libras en bienes libios depositados en bancos del Reino Unido y la semana pasada hizo lo mismo con los 1.500 millones de dólares que había en Estados Unidos.
Por su parte, la OTAN ha intensificado sus ataques en la zona costera de Libia, donde se concentran las fuerzas leales a Gadafi y donde los rebeldes creen que podría haberse refugiado.